En el día del trabajador de la Caja: UNDECA exige equipos de protección

“(…) temo a la barbarie con rostro humano, despiadadas medidas de supervivencia… legitimadas por las opiniones de los expertos.”, Slavoj Zizek, filosofo esloveno.

La pandemia ha producido cambios en nuestra realidad cotidiana, acompañada de una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes.

Cuatro décadas de un modelo neoliberal criminal, agudizado y visibilizado por la pandemia han colocado a la clase trabajadora en una gran precariedad: incremento del desempleo, el subempleo, autoempleo, la pérdida de derechos laborales y condiciones salariales; que incrementan la desigualdad social.

El sector político empresarial mueve sus hilos para blindar su privilegiado modelo económico capitalista, invisibilizando y evadiendo su responsabilidad en el alto endeudamiento y la desigualdad siempre creciente, con una narrativa que culpabiliza a un sector de los trabajadores nacionales y promueve la xenofobia, la estigmatización y una paranoica campaña contra los trabajadores públicos.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en el 2020 la pobreza (ingresos ¢50.000) afecta a casi 420 000 familias en Costa Rica (26,2%), la tasa de desempleo es del 24,4% de los hogares costarricenses, sin contar un numero similar de trabajadores en subempleo. Los trabajadores subempleados o desempleados proceden tanto del sector público como privado; porque las instituciones públicas tienen un sector de funcionarios que laboraban en condiciones de interinazgo.

Estos indicadores no mejorarán, sino que se profundizarán, con la incorporación de la inteligencia artificial y el teletrabajo que desplazará a millones de trabajadores del mercado laboral. En el mundo se calcula que la perdida sería de un 14% de los empleos (OCDE,2019)

No estamos en el mismo barco.

En la actual epidemia a menudo escuchamos que todos estamos en el mismo barco, lo que es una premisa falsa. Si bien el COVID-19 ha sido un virus muy “democrático” porque no distingue entre pobres y ricos, los indicadores demuestran que la crisis económica  afectan mayoritariamente a la clase trabajadora y a los sectores más pobres.

Los jerarcas de salud, dependiendo de los intereses, llaman a la calma y la confianza o hacen predicciones terribles acerca de la pandemia y amenazan con abandonar toda ética social, dispuestos a sacrificar a los trabajadores y trabajadora y a los pacientes más vulnerables, en el caso de que ocurra un colapso de los servicios de salud.

En los últimos meses han trivializado la pandemia en nombre de las reglas de mercado, trasladando la responsabilidad a la población, señalando que lo que pueda ocurrir es culpa nuestra porque no seguimos las instrucciones.

En el caso de los trabajadores y trabajadoras de la CCSS, los jerarcas emiten desde sus cómodas oficinas “lineamientos expertos”, que obligan a los trabajadores a reutilizar equipo descartable, violentando la Resolución N°1/2020 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que obliga a asegurar  “la disponibilidad y provisión oportuna de cantidades suficientes de material de bioseguridad, insumos y suplementos médicos esenciales de uso del personal de salud, fortalecer su capacitación técnica y profesional para el manejo de pandemias y crisis infecciosas, garantizar la protección de sus derechos…”.

UNDECA y otras organizaciones sindicales presentamos al Presidente ejecutivo, Román Macaya, a la Ministra de Trabajo y al Ministro de Salud, las realidades cotidianas de los funcionarios en los centros de salud, las consecuencias de las dudosas compras de 14 millones de respiradores tipo N95 que causan un aparente desabastecimiento.

La hipocresía y la insensibilidad no son de recibo. Los “héroes” son seres humanos, con familias, que no pueden asumir los riesgos de reutilizar equipo descartable, poniendo en peligro a sus familias y a los miles de pacientes que llegan cada día en demanda de atención oportuna y segura.

Señor Macaya Hayes, este es un asunto de supervivencia, que obliga a la gente de salud a realizar acciones en defensa de su derecho a la salud y la vida personal, de sus familias y del pueblo costarricense.

En este día del trabajador de la Caja, como cada día, UNDECA exige insumos y equipos de protección para cada trabajador y trabajadora, porque en la Caja cada compañero y compañera cuenta.

¡Si un trabajador de salud está en riesgo, el pueblo está en peligro!

UNDECA

22 de octubre de 2020.

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