REPRESIÓN Y PERSECUCIÓN EN EL CAMPO SINDICAL
El Ministro de Trabajo del gobierno denominado Junta Fundadora de la Segunda República, Presbítero Benjamín Núñez Vargas, en junio de 1949 solicitó a los tribunales laborales la disolución judicial de la Confederación de Trabajadores de Costa Rica. Alegó varios motivos, entre ellos, que no cumplía con los requisitos legales del Código de Trabajo, que esta Confederación había estado al servicio de un partido político y que durante la guerra civil había convertido sus locales en cuarteles de armas. Y otro argumento esbozado por él fue que la Confederación de Trabajadores de Costa Rica estaba disuelta de hecho, pues sus sindicatos o no existían o estaban en precarias condiciones. [1]
Es sencillo comprender lo anterior, por un lado se encarceló –fueran comunista o no- a la mayoría de los dirigentes sindicales, sus locales fueron allanados en su totalidad y por otro lado se creó un clima de terror anticomunista.
El estado del movimiento sindical se refleja en las siguientes tablas:
CUADRO N° 1
SINDICATOS NO VIGENTES
(Octubre de 1948)
Provincia | San José | Alajuela | Cartago | Heredia | Puntarenas | Limón | Guanacaste |
Numero | 56 | 28 | 17 | 15 | 25 | 14 | 8 |
Total | 163 |
Fuente: Periódico La Nación, 10 de octubre 1948, pág. 6
CUADRO N° 2
SINDICATOS INSCRITOS Y DISUELTOS
1948-1953
AÑO | INSCRITOS | DISUELTOS | VIGENTES |
1948 | 15 | 11 | 204 |
1949 | 11 | 51 | 164 |
1950 | 14 | 1 | 177 |
1951 | 11 | 12 | 176 |
1952 | 13 | – | 189 |
1953 | 16 | 131 | 74 |
Fuente: Anuario Estadístico. Dirección General de Estadística y Censos, C. R., 1971, pág. 212.
A pesar de la represión, dirigentes sindicales vanguardistas ya a finales del mismo año 1948, estaban trabajando arduamente en la reconstrucción del movimiento sindical, entre ellos los zapateros, litógrafos, panaderos, sastres y estaban poniendo a derecho sus organizaciones en el Ministerio de Trabajo.
Lo anterior obedece a que habían salido de la cárcel, dirigentes de la talla de Manuel Badilla, Gonzalo Sierra Cantillo, José Meléndez Ibarra, Álvaro Montero Vega, Víctor Mora, Juan Rafael Morales, Efraín Rodríguez, Fernando Hernández, Vidal Ortiz. Como se colige de lo señalado por la prensa en su momento, la represión fue feroz por parte del Gobierno de Figueres Ferrer, ya que en 1949 se promulgó el Decreto Ley N° 306, por medio del cual se daba libertad a los patronos para despedir sin responsabilidad laboral, a aquellas personas acusadas de caldero-comunistas.
[1] Periódico La Nación del día 15 de junio 1949, pág. 5,8.
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(Del Libro Historia de Undeca: “Acutalidad de nuestro pasado”, Gerardo Contreras y Zaira Salazar Corrales, 2014)
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