La construcción de una carretera interamericana se gestó alrededor del año 1925 por el Gobierno de los Estados Unidos y se tramitaron los primero fondos entre los años 1929 y 1936. Sin embargo es hasta los años 1941-1942 es que la idea comienza a ser real con un aporte de $20 000 000 (veinte millones de dólares) por el Gobierno de los Estados Unidos y $10 000 000 (diez millones de dólares) por los gobiernos locales.
Desde 1930 a 1959 el diseño y construcción de esta carretera estuvo a cargo de agencias norteamericanas y a partir de este año el gobierno de Costa Rica asume las funciones hasta terminar con la obra en abril de 1974 y de esta fecha en adelante las responsabilidades de mantenimiento y mejoramiento de la carretera pasan al Consejo Nacional de Vialidad. Al terminar este proyecto en 1974 se estimó que el costo de los 660km de carretera era de $105 000 000 (ciento cinco millones de dólares), que extrapolado a los costos de 1972 era de aproximadamente $280 000 000 (doscientos ochenta millones de dólares). Me permito aclarar que en estas fechas se luchó contra muchas enfermedades infectocontagiosas (tuberculosis, paludismo o malaria, cólera y otras enfermedades de la vías respiratorias o digestivas) súmese a esto las inclemencias del tiempo para abrir camino en las montañas, muchas veces a fuerza del sudor y sangre de nuestros pioneros ticos, que tenían que enfrentarse con animales salvajes y miles de serpientes, que eran los dueños y señores de estas zona y sabemos que cientos de nuestros queridos ticos ofrendaron su vida, su sudor y su sangre para obtener una primera vía de comunicación que fuera motor de un país que iniciaba su desarrollo.
Uso este preámbulo para referirme a la indignación que al igual que miles de costarricenses siento por vivir en un país doblegado donde los hombres dejamos de ser pioneros libres y honestos y nos convertimos en siervos menguados que vendemos nuestro país y ni siquiera nos damos cuenta. Así nuestros políticos de turno que no siempre son los más inteligentes y capaces, pero sí los más corruptos y demagógicos pretenden empeñar nuestro país y regalar el sudor y esfuerzo de todos los costarricenses para que unos cuantos mercaderes lucren con el trabajo y dinero de todo un pueblo. Habrase visto alguna vez un robo más descarado que entregar nuestra principal arteria vial a manos extranjeras para que usen una carretera que ya está hecha y con el pretexto de la ampliación le hagan algunos pequeños retoques y nos pasen la factura de un cobro multimillonario.
No hay que ser un genio en matemáticas para poder multiplicar 60 000 (sesenta mil) usuarios diarios por ₡4000 (cuatro mil) colones de peaje y obtener la astronómica suma de ₡240 000 000 (doscientos cuarenta millones de colones) recogidos por día. Es decir ₡24 000 000 000 (veinticuatro mil millones de colones) cada cien días o ₡240 000 000 000 (doscientos cuarenta mil millones de colones) en 1000 días (menos de 3 años) y si la carretera cuesta $520 000 000 (quinientos veinte millones de dólares) cualquiera puede multiplicar esta suma por el costo del
dólar y saber que un aproximando de ₡260 000 000 000 (doscientos sesenta mil millones de colones) es el costo total de la obra y quedarán 27 años de un robo diario de ₡240 000 000 (doscientos cuarenta millones de colones) que buena falta le hacen a otras partes de la economía de nuestro empobrecido país. Con ladrones así para que nos vamos a preocupar todos los costarricenses de producir si nos están robando a vista y paciencia de nuestras instituciones y políticos que supuestamente cuidan el dinero de todos los costarricenses.
Despertad pueblo, despertad jóvenes, despertad profesionales porque sufriremos un robo permanente de su dinero, su esfuerzo y trabajo para pasar a manos de unos cuantos vivillos que serán ricos a nuestras costas.
La solidaridad se demuestra poniéndose en los zapatos de quienes menos tienen y pensar que ₡4ooo (cuatro mil colones) no es plata y que apenas alcanza para un almuerzo, como dijo nuestro querido Ministro de Transportes, será real para algunos privilegiados pero no es cierto para un pueblo que siempre gana mal y debe ingeniárselas para sobrevivir diariamente.
Propongo que esto sea el inicio de una gran ola de indignados y que cada una de las personas que lea estos pensamientos haga conciencia en 2, 4, 6, 10 o más personas y así la fuerza de los que no somos oídos se hará sentir, porque aún los más poderosos tiranos del mundo tiemblan ante el clamor de un pueblo que tiene toda la razón.
La frase “sepamos ser libres, no siervos menguados, derecho sagrado la patria nos da” deberá ser nuestro grito y bandera para lograr que las cosas cambien en nuestro país y caminemos hacia un mundo de progreso pero con honestidad, rectitud y transparencia y no lucrando con el dinero y el trabajo de todo un país. Seamos mansos pero no mensos, la unión hace la fuerza y el grito de muchos es un clamor universal que puede ser oído hasta en el cielo, un solo cabello no tiene fuerza, pero cuando usted une miles de cabellos puede formar una trenza capaz de arrastrar un tráiler.
Creo que no soy el más indicado para enfocar estos temas, pero tengo fe de que mi voz haga eco en mentes más brillantes, valientes y luchadoras, sean jóvenes o viejos, pero pensantes y con deseos de luchar para lograr tener un mejor país y de nuevo poder decir que somos la Suiza Centroamericana, donde la solidaridad, la honestidad y el respeto sean nuestra manera cordial, amable pero valiente de decir somos buenos ticos y los malos que se vayan.
Hago un llamado a las mentes brillantes y de pensamientos claros que en este país deben ser muchas y los conforman hombres y mujeres de todos los gremios profesionales o no (políticos, abogados, ingenieros, matemáticos, maestros, profesores universitarios y todas las persona interesadas) en tener un mejor país que se unan y formemos un bloque común para luchar por el progreso de un país que así lo merece.
_Oscar Mario Agüero Álvarez _