Estimados y estimadas compañeras: Por respeto a nuestros afiliados y afiliadas aclaramos, que en estos días se ha hecho circular en varios centros de salud de la CCSS un panfleto con información tendenciosa en contra de nuestra Organización, utilizando nuestros símbolos.
En un acto de cobardía, escondidos en la sombra del anonimato, procuran desacreditar, hasta ahora infructuosamente, la limpia trayectoria y solidez moral de esta organización sindical y de la familia Undequista.
No nos extraña en esta coyuntura, en la que el Sindicato está jugando un papel, de primer orden, en la defensa de la seguridad social y contra los proyectos de ley que pretenden afectar las condiciones de trabajo y salariales de las y los trabajadores.
La realidad es que fue la Junta Directiva de CCSS, la que en forma unilateral y arbitraria en junio de 2011, aprobó un acuerdo que modificó la forma de pago de las incapacidades a los y las trabajadoras de esta institución, que a partir de dicho acuerdo se pagan como subsidios, de conformidad con lo estipulado en el Reglamento del Seguro de Salud.
Esta arbitraria e intransigente actuación de la Junta Directiva que provocó un generalizado descontento, nos obligó a recurrir a los tribunales en procura de una solución justa y objetiva de la controversia.
UNDECA fue el único sindicato que no dejó abandonada esta lucha, continuó adelante e interpusimos un proceso contencioso administrativo contra la CAJA COSTARRICENSE DE SEGURO SOCIAL, con la pretensión que se anulará ese acuerdo y restituyera plenamente el derecho de los trabajadores de la institución.
En primera instancia, este proceso culminó satisfactoriamente con una sentencia que dictó el Tribunal Contencioso Administrativo, en 2013, la cual declaró con lugar la demanda en todos sus extremos y anuló ese ilegítimo acuerdo.
No obstante, la Caja y el Estado –que fue integrado a este proceso- interpusieron contra esta sentencia recurso de casación ante la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia.
A partir de aquí, lamentablemente nos enfrentamos con un escenario muy diferente.
La tramitación del proceso en esta instancia fue muy irregular, que además de la excesiva duración, nos obligó a fines del año pasado, a interponer una queja contra la Magistrada Instructora de ese proceso, relacionados con declaraciones prematuras e inconvenientes que rindió a la Nación, que se ha caracterizado por hostigar y criminalizar a los trabajadores y trabajadoras de la CCSS.
En este escenario que se fue creando la Sala Primera resolvió el recurso de casación interpuesto por la Caja y el Estado y anuló la sentencia que dictó el Tribunal Contencioso Administrativo, en una resolución más política que de justicia.
En honor a la verdad, considerando las implicaciones que tenía este asunto, más allá de la propia Caja, nuestra organización, desde que presentamos el juicio, comprendió muy bien las fuerzas e intereses, de carácter político, económico, que teníamos que confrontar, que con la misma energía seguiremos combatiendo hasta que en este país se haga justicia para los trabajadores y los pobres.
¡En este asunto, la Justicia no fue pronta y mucho menos cumplida!
Seguiremos adelante en la lucha, sin claudicaciones, como siempre lo hemos hecho, en resguardo de los legítimos intereses y derechos de los trabajadores de la Caja.