La diputada Liberacionista, Sandra Piszk, pretende retar al Gobierno increpándole, con una conducta berrinchosa muy escolar, asegurando que las autoridades le tienen miedo a los sindicatos.
La señora Piszk, cuando fue Ministra de Trabajo, presentó un proyecto de ley para eliminar derechos laborales conquistados por los trabajadores; ahora con el sombrero de diputada del PLN, se ha valido de toda clase de menesteres para lograr su aprobación.
De esta forma el 22 de noviembre, presentó una moción para que se consultara a varios actores el “texto sustitutivo” del proyecto de Ley de remuneraciones adicionales al salario base y auxilio de cesantía en el sector público, N° 19.506, cuyo texto fue aprobado, para su discusión, hasta el 30 del mismo mes, por la Comisión Permanente de Asuntos Sociales.
Al Partido Liberación Nacional, que representa la diputada, no le interesa que el Código de Trabajo se aplique a menos del 40% de los trabajadores, pues a más de una tercera parte se les niega derechos elementales, entre ellos el salario mínimo, siendo los montos más bajos devengados por las mujeres; cuyo incumplimiento se corona con la imposibilidad de constituir sindicatos en el sector privado y negociar colectivamente sus condiciones de trabajo.
Evidentemente el proyecto neoliberal del PLN, entre otros partidos, todos subordinados por igual a los mandatos de los empresarios y el gran capital, promueve la rebaja generalizada de salarios y pensiones, abaratar los ingresos de la clase trabajadora para favorecer a los mercaderes de la educación y salud, desmantelar instituciones como la CCSS, UCR y finalmente destruir los sindicatos, defensores del Estado Social de Derecho.
Esperamos que ese recorte brutal que el PLN quiere aplicar a los salarios de la clase trabajadora, no sea la última presea que busca doña Sandra en su paso por la función pública.
Los trabajadores y trabajadoras, representados en UNDECA y BUSSCO, estamos preparados para luchar por el bienestar de nuestras familias y la defensa de lo que aún queda de la democracia.