Junto a Martí, por el bien de la humanidad

Este 28 de enero, día en que el Apóstol de Cuba cumple 162 años y es la fecha en la que iniciamos una jornada de recordación de su vida, obra y pensamiento, a propósito del 120 aniversario de varios y decisivos acontecimientos históricos de nuestra patria, tales como el reinicio de las luchas por la independencia de Cuba, el 24 de febrero de 1895, con la Guerra necesaria. El pensamiento martiano deviene arma medular para enfrentar la sostenida y alarmante crisis mundial. Se ubica así, su ideario ético, político y humanista en el epicentro de una batalla que tiene en la cultura y las ideas sus principales frentes y recordemos que esta cruzada debemos no solo librarla, sino vencerla, porque de ella depende el futuro de la humanidad.

Hace unos días, desde mi condición de cubano de vocación martiana, convidé desde las páginas del periódico Juventud Rebelde, a pensar el futuro de Cuba, de Latinoamérica y del mundo, desde la realidad que vivimos y ante los cardinales desafíos que nos obligan a pensar y a actuar con claridad, en un contexto políticamente complejo a escala global, bajo un orden económico insostenible ─el del sistema capitalista de explotación mundial─ y una guerra cultural en la que no pocos se aferran a promover los valores de dicho sistema. Es precisamente la crisis del capitalismo y la necesidad de abrirle paso a una cultura genuina y de vanguardia que siga apostando por la alternativa socialista, emancipatoria, humanista y de justicia social; lo que nos hace ser, como Fidel, fieles e invencibles seguidores de Martí, por lo que su pensamiento alcanza una extraordinaria actualidad, de ahí que su universalidad crezca cada día. Por eso a 120 años del reinicio de las luchas independentistas cubanas, es imprescindible estudiar con más profundidad a Martí, desde la cosmovisión que él nos entrega de los valores de la nación cubana y de toda nuestra historia. Recordemos también que nuestra América se fortalece y por ello seguir luchando por el equilibrio del mundo es cuestión de suma importancia.

No olvidemos, asimismo, que es indispensable un Diálogo de generaciones que se oriente desde la tradición martiana, desde lo más autóctono de las raíces latinoamericanas y caribeñas. Hoy es preciso que se fortalezca la lucha que libran los pueblos de la América nuestra y se establezca un diálogo civilizacional a partir de la idea martiana: “Injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas”.

Hemos seguido con mucha atención los nuevos acontecimientos que han tenido lugar a partir del 17 de diciembre del 2104, las conversaciones entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos. Estoy convencido de que esto es muestra fehaciente de dos cuestiones esenciales: la fuerza y dignidad de nuestro pueblo y la decadencia del sistema capitalista. Con el ojo previsor de Martí, quien vivió largos años en los Estados Unidos y como nadie de su tiempo lo conoció, debemos seguir fortaleciéndonos en el terreno ideológico-cultural. Ganemos a pensamiento esta necesaria batalla siendo radicales y armoniosos, eligiendo, como Martí, la fórmula del amor triunfante: con todos y para el bien de todos.

Por estas razones, el Centro de Estudios Martianos ha creado el grupo interdisciplinario José Martí y su visión sobre los Estados Unidos para estudiar estos temas con el apoyo de otras instituciones.

Por: Armando Hart Dávalos

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