En la Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social-UNDECA, estamos convencidos que el clamor del pueblo costarricense es que se impulsen profundos cambios en la Caja, un pueblo que recurre y demanda los servicios que a diario se prestan en los centros hospitalarios, esperando una adecuada y humana atención.
Muchos años y con ello los gobiernos de turno han pasado y ninguno ha tenido la voluntad política de cumplir con el pago puntual de sus cotizaciones, acumulando millonarias deudas con el aporte del Seguro de Salud, Seguro por el Estado, traspaso de programas y personal del Ministerio de Salud a la Caja, asimismo como la deuda pendiente por el 15% de utilidades de la empresas públicas provenientes del artículo 78 de la Ley de Protección al Trabajador, además de deudas en el sector patronal privado, evasión, subdeclaración y la complacencia de las autoridades en el pago de las deudas en bonos y en ocasiones sin respaldo.
La Institución ha pasado por cuatro o cinco presidentes ejecutivos de Liberación y la Unidad, juntas directivas, nombramientos de gerentes, subgerentes, asesores y otros cargos mediante el tráfico de influencias. Además persecuciones internas a quien denuncie “anomalías, corrupción, deficientes resultados o controles financieros, etc.”, comentó Luis Chavarría, Secretario General de UNDECA.
Hemos visto como se permitió la impunidad para todos aquellos que pudieron violentar la Ley de Control Interno, la Ética y la Moral, condonaciones de intereses por deudas millonarias, sustracciones de activos materiales, equipos y hasta aparente tráfico de órganos, sangre, abandono de la jornada laboral para trabajar en centros privados, etc., y no pueden omitirse los problemas de las citologías, la deficiencias en la detención del cáncer de mama y las largas filas de espera cada vez mayores.
Todas estas situaciones son culpa de los gobiernos de turno y si la próxima administración de Luis Guillermo Solís no le entra a fondo, con un compromiso serio, el Seguro Social podría estar en peligro y precisamente esta labor se le ha delegado a la exministra de Salud, Dra. María del Rocío Sáenz Madrigal, quien tiene esta gran responsabilidad.
Por eso no existe duda de que en la CCSS hay que promover profundos cambios de dirección, incluyendo el análisis de la capacidad y conocimiento del cuerpo gerencial, subgerentes y otros puestos de relevancia de esta institución.
Hay que restaurar el diálogo social, analizar y buscar nuevas alternativas que resuelvan la parálisis política y administrativa, hay que devolverle al Seguro Social al pueblo y no al sector privado.