El Ministerio de Justicia y Paz acaba de adquirir 18 vehículos doble tracción último modelo, para atender actividades propias de su función. Aplaudimos dicha iniciativa, que esperamos permita ejercer más eficiente y eficazmente su labor. Sin embargo, como sindicato representativo de la población trabajadora del Sistema Penitenciario Nacional, con más de 600 policías afiliados, no podemos dejar de alzar nuestra voz para protestar por el contraste que representan esos carros de lujo, con las condiciones deplorables en que deben trabajar nuestras compañeras y compañeros policías penitenciarios.
Las y los policías penitenciarios son obligados a laborar jornadas extenuantes durante su semana de servicio sin pago de horas extra; son la policía peor pagada; la administración tiene deuda con todos ellos y ellas porque durante muchos años se abusó de la disponibilidad convocándolos a laborar en su semana libre sin el pago de horas extra; duermen hacinados en dormitorios que no reúnen condiciones dignas para el descanso de un ser humano y algunos hasta han sido clausurados por el Ministerio de Salud; deben laborar en fortines en los que no cuentan con un servicio sanitario, agua potable y en muchos casos se ahogan de calor o se mojan cuando llueve; usualmente comen solo arroz, frijoles y salchichón; no se les suministra en tiempo y forma los uniformes, herramientas, zapatos y demás implementos para realizar sus funciones; y para colmo de males, si reclaman sus derechos son trasladados de centro como represalia.
Un contraste que evidencia que para este Gobierno, las personas trabajadoras no son prioridad, no son importantes.
Se “avanza” con la adquisición de estos vehículos, pero las autoridades institucionales se empeñan en mantener un rezago de 30 años en las condiciones socio laborales del personal penitenciario; trabajadores y trabajadoras que en la mayoría de los casos, se mantienen en condiciones similares o peores a las de la población privada de libertad. Si el Ministerio de Justicia y Paz tiene dinero suficiente para comprar 18 vehículos de lujo, la UNT exige que también resuelva el pago de horas extra, el mejoramiento de las condiciones de trabajo y descanso de sus trabajadores y trabajadoras, la equiparación salarial de la Policía Penitenciaria con la Fuerza Pública y que se respete el derecho al descanso.