INTERNACIONALES: Pueblo venezolano ratifica apoyo a Chávez



La población patriótica de Caracas recordó el 23 de enero de 1958 con una gran concentración de respaldo a la Revolución Bolivariana y al presidente Hugo Chávez. Aquel día, un estallido cívico-militar echó abajo la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, un dirigente político aliado de Estados Unidos que reprimió y criminalizó a los movimientos de izquierda en Venezuela.

Este miércoles, desde tempranas horas, millares de personas partieron desde tres puntos de la capital para coincidir en la barriada 23 de Enero, en el municipio de Libertador. Además del recuerdo, hubo un mensaje popular expreso y claro de apoyo al gobierno bolivariano y su proyecto del socialismo del siglo XXI.

Mientras el presidente Chávez se recupera en La Habana de una delicada situación de salud, la movilización constituyó un nuevo gesto de solidaridad con el mandatario. Durante la manifestación, se oyó una y mil veces “Corazón del pueblo” en alusión al presidente. Un reconocimiento desde los barrios mismos a su gestión gubernamental en defensa de los estratos sociales de más bajo nivel económico no solo en su país, sino en muchos otros Estados latinoamericanos y caribeños.

Aunque la inmensa mayoría de los convocados a la Gran Tomade Caracas, ahora en circunstancias muy diferentes a las de 1958, no habían nacido en aquella fecha, reconocen en la ideología del chavismo la antítesis de lo que significó el régimen de Pérez Jiménez para Venezuela, en una etapa histórica en que los patriotas y revolucionarios eran asesinados, desaparecidos, detenidos u obligados al exilio.

La historia recuerda que luego del derrocamiento del dictador, los partidos tradicionales traicionaron a quienes se lanzaron a las calles en un heroico gesto de rebeldía para lograr un cambio en la vida nacional. El llamado Pacto de Punto Fijo, firmado en Nueva York, Estados Unidos, y refrendado en Caracas en octubre de 1958 por los jefes de los partidos COPEI, Acción Democrática y Unión Republicana Democrática –dejando fuera al Partido Comunista de Venezuela, el mayor movilizador contra el tirano- volviendo a instaurar una democracia representativa de sus intereses y los de Washington, con una repartición de las cuotas de poder.

Por ello, la principal consigna que enarbolan este día los caraqueños es “el Pueblo más nunca será traicionado”, en alusión a la postura que asumió la partidocracia venezolana en momentos en que la población luchó por cambios estructurales y resultó burlada por los políticos de turno, que les arrebataron la victoria.

La concentración de hoy es sumamente importante a lo interno debido a la necesidad de derrocar los actuales movimientos de la derecha venezolana, que no ceja en tratar de destruirla Revolución Bolivariana, construida desde hace 14 años por las mujeres y los hombres de este país.

En los últimos días, la reacción local, apoyada por su similar extranjera, ha pagado altas sumas de dinero para ocupar importantes espacios en la prensa privada de varios países –España en primer lugar- y también en las redes sociales, divulgando mentiras sobre la salud del Presidente, colocando videos de su supuesta resucitación, informando de supuestas declaraciones de familiares respecto a un casi inminente retorno de Chávez a Caracas.

Apoyándose en la ausencia momentánea del Mandatario, cuya asunción oficial estaba prevista para el pasado día 10, recibiendo una autorización para juramentar cuando esté listo por el Tribunal Supremo de Justicia, es aprovechado por los elementos contrarrevolucionarios para hacer determinadas exigencias al gobierno que ahora lidera el vicepresidente Ejecutivo, Nicolás Maduro, por decisión personal del Mandatario.

El pueblo patriótico de Venezuela sufre los agresivos planes de la derecha, que aunque fragmentada y sin un líder visible, gasta millones para causar crisis ficticias, como el desabastecimiento de los mercados mediante el acaparamiento, burlas grotescas al Presidente en recuperación, supuestas divisiones en el aparato gubernamental y partidista chavista, entre otras maniobras poco éticas.

La concentración de este miércoles –al igual que lo fue la del día 10 en que millares de personas en gesto simbólico asumieron la presidencia bajo el concepto de “Yo soy Chávez”- servirá para demostrar a la reacción interna y a la opinión pública mundial la unidad de los venezolanos en torno a las ideas de su líder, un hombre que en solo 14 años ha dado un vuelco estructural al país, ahora está en poder de su economía y en disposición de una distribución equitativa de la riqueza nacional.

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