La privatización de los Ebais: Un proyecto de interés politiquero

  • UNDECA llama a todos los Ebais del país a prepararse para defender la salud pública.
  • UNDECA hace un llamado a la solidaridad internacional con este movimiento.

Trabajadores y trabajadoras de los 45 Ebais del Proyecto PAIS se han declarado una huelga general ante la pretensión de privatizar los centros de salud y la pérdida de sus trabajos. Estos Ebais, fueron contratados desde hace 15 años por la Caja Costarricense de Seguro Social, CCSS, mediante convenio con la Universidad de Costa Rica, UCR, para atender a cerca de 200 mil personas de Montes de Oca, Curridabat y La Unión. Los 450 trabajadores y trabajadoras se mantendrán en huelga hasta tanto las autoridades de la Caja no se sienten a dialogar sobre su situación.

El conflicto se centra por intereses económicos por el monto del contrato de servicio de la CCSS a la UCR, situación que ha aprovechado la Caja para tratar de entregarlos a la UNIBE, una universidad privada que además carece de experiencia en servicios de salud y abrir aún más el portillo para privatizarlos todos, ya que anteriormente lo hicieron con 165.

Las altas autoridades de la Caja han manifestado abiertamente el interés de privatizar los más de 1.200 Ebais de todo el país, perjudicando además a más de 10.000 trabajadores y sus familias, lo que UNDECA rechaza y repudia, ya que esto cambiaría totalmente las condiciones laborales y salariales, incluyendo la posibilidad de se imponga a la fuerza el salario único.

Por lo anterior, llamamos a todo el personal de los Ebais de todo el país a permanecer alertas y estar listos al llamado nacional los primeros días de la próxima semana, para contrarrestar esta privatización que significaría la privatización de la salud pública y la destrucción de la Caja Costarricense de Seguro Social.

Al pueblo costarricense a manifestarse y salir a defender su derecho a la salud pública. Mujeres, adultos mayores, jóvenes, hombres, todos se verían seriamente afectados si se privatizan los Ebais, luego clínicas y hospitales y terminaríamos como en otros países, muriendo en las calles por falta de atención médica.

Esta situación de los Ebais de Montes de Oca, Curridabat y La Unión, deja al descubierto, una vez más, que el gobierno de Laura Chinchilla y las altas autoridades de la Caja no tienen voluntad ni capacidad de diálogo para resolver los principales problemas de la institución y del país.

¿La solución?, que la Caja Costarricense de Seguro Social asuma, como lo manda la Constitución Política, estos 45 Ebais.

De esta forma la defensa de la salud está, como hace poco más de 70 años, en manos del pueblo costarricense.

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Martín Rodríguez E.


Con la privatización de los 36 Ebais y el cierre de 9 que administraba la Universidad de Costa Rica (UCR) en convenio con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el gobierno empresarial de Liberación Nacional da un paso más hacia la destrucción de la salud pública.

Son muchos los actos de corrupción, ampliamente documentados e informados por la prensa nacional, en los cuales miles de millones de colones de la seguridad social han sido robados sin que hasta la fecha se pudiera recuperar nada. Son miles de millones de colones que adeuda tanto el Gobierno central como el Estado y los grandes empresarios. Son miles de millones de colones despilfarrados en compra de equipos inservibles, construcción deficiente de edificios, alquiler de edificios y consultorías privadas, miles de millones que pagamos todos y todas las costarricenses, que nunca se recuperarán.

Nada justifica la privatización de servicios de salud, ni siquiera desde el punto de vista financiero, está demostrado en los costos de los Ebais del Proyecto PAIS administrados por la UCR y lo que van a tener que pagarle a la empresa privada universitaria que atenderá a menos personas y brindará menos servicios.

Pero contrario a una buena y eficiente administración, lo que buscan es privatizarlo todo, destruir a la Caja mediante concesiones y privatizaciones.

La huelga de los y las trabajadoras de los Ebais de Montes de Oca, Curridabat y La Unión es una acción legítima de defensa de los servicios de salud públicos y en defensa legítima de su derecho al trabajo.

La entrega de estos Ebais a una empresa privada de educación que NO TIENE ninguna experiencia en salud, y mucho menos en salud pública, no es más que la aplicación de un modelo que ha demostrado, en muchos países, que es cruel e inhumano. Estados Unidos de América es un ejemplo de ello, más de 50 millones de personas no tienen derecho ni a una pastilla para el dolor de cabeza, mucho menos a operaciones o trasplantes, miles mueren en la calle porque las empresas privadas de salud no los atienden si no pagan, Obama está en una encrucijada tratando de imponer el servicio público mínimo de salud para esos más de cincuenta millones de personas. Pero también están los ejemplos de Colombia, Alemania, España y muchos países más.

Por eso la defensa de los Ebais, que el gobierno liberacionista y su representante en la Presidencia Ejecutiva de la Caja pretenden entregar a la empresa privada, es fundamental para la defensa de la salud pública en Costa Rica. Es tan solo “la punta del iceberg”, el objetivo son todos los Ebais del país.

El negociazo no es nada despreciable, son miles de millones que pasarán al bolsillo de unos cuántos, a costa de la enfermedad de más de 190 mil personas de esas tres zonas del país y muchos miles de millones más por todos los centros de salud pública.

La defensa de la salud es la gran lucha del pueblo costarricense, se debe dar ya!, antes de que sea tarde.

INTERNACIONALES: Puertorriqueños por libertad e independencia


Muchas gentes pensarán que los puertorriqueños no queremos la independencia para Puerto Rico porque solo recibe el 3% de los votos en las elecciones en Puerto Rico. Pero como dicen los buenos periodistas, hay que ir por detrás de la noticia para entender los titulares. Eso equivale a entender la historia.

Puerto Rico es una colonia de Estados Unidos (EEUU) por resultado de una invasión militar en 1898. En el año anterior de la invasión, Puerto Rico había logrado su autonomía de España por virtud de la Carta Autonómica. Puerto Rico era parte de España, con su gobierno propio en el 1897. Puerto Rico actualmente no es parte de Estados Unidos por lo que le impediría tener de verdad una autonomía como algunos dicen. Puerto Rico le pertenece a Estado Unidos. Esta relación se conoce bajo la ley internacional como una colonial. Puerto Rico no es una democracia como también algunos dicen porque otra nación, Estados Unidos, nos gobierna.

Toda colonia existe para explotarla, y Puerto Rico no ha sido una excepción. Si estudias los 115 años de nuestra historia colonial con Estados Unidos te darás cuenta que todo lo ocurrido ha sido para el gran beneficio de Estados Unidos y para un gran desastre para nosotros. Tanto ha sido este desastre y explotación que hemos sufrido que por primera vez en la historia, hay más puertorriqueños fuera de nuestro territorio nacional que dentro. Pedro Albizu Campos nos dijo que, “Los Americanos lo que les interesa es la jaula y no a los pájaros.” ¡Que muchos nos hemos ido de Puerto Rico obligados por las terribles condiciones producidas por el coloniaje! ¡Cuántos nos hemos ingresados en el ejército de Estados Unidos por la falta de oportunidades en nuestra patria! ¿Sabía usted que Estados Unidos recibe más gente de Puerto Rico ingresando a su ejército que de alguno de los 50 estados que compone su nación? ¿Se deberá esto al patriotismo estadounidense o la desesperación puertorriqueña?

La independencia de todo país es natural. Por eso es que la gran mayoría de países son independientes. ¿Por qué solo el 3% de los puertorriqueños queremos la independencia para Puerto Rico?

Estados Unidos ha sistemáticamente castigado a los patriotas puertorriqueños que se han atrevido a luchar por la independencia de Puerto Rico. Para dar solo algunos ejemplos de cómo EEUU castiga a los independentistas se podría mencionar: las masacres de Rio Piedras, Utuado, Ponce, los asesinatos del Cerro Maravilla y Filiberto Ojeda Ríos, y la encarcelación del prisionero político con más tiempo en la cárcel (32 años) Oscar Lopez Rivera. ¡Puerto Rico tiene 4 oficinas del “Federal Bureau of Investigation” (FBI) cuando en algunos estados de Estados Unidos no tiene ni siquiera uno!

La Organización de Naciones Unidas le ha pedido a Estados Unidos en 32 resoluciones que descolonice a Puerto Rico. El coloniaje es un crimen en contra de la humanidad bajo la ley internacional por entenderse que el mismo es una amenaza a la paz mundial. Estados Unidos ha ignorado estas resoluciones por la cual se ha convertido en un criminal habitual de un crimen internacional. Estados Unidos se cree estar por encima de la ley internacional. Estados Unidos no cree en la justicia para todos por haber mantenido por 115 años a Puerto Rico como su colonia. Estados Unidos no cree en la democracia por ignorar resoluciones a favor de que Estados Unidos inmediatamente descolonice a Puerto Rico. Estas resoluciones han sido aprobadas en los últimos años por más del 90% de las naciones que componen la Organización de Naciones Unidas.

Por todo lo antes dicho, tenemos que protestar pacíficamente y continuamente hasta que se logre la descolonización de Puerto Rico bajo las reglas y la supervisión de la Organización de Naciones Unidas.

El sábado 23 de noviembre de 2013 habrá una gran protesta pacífica por la excarcelación de Oscar Lopez Rivera. La misma está convocado por el grupo 32 x Oscar y el Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico. Caminaremos desde el Tribunal de Estados Unidos en Puerto Rico a la 1 PM hasta el Estadio Hiram Bithorn en Hato Rey. ¡Demostremos que nosotros creemos en los derechos humanos, la justicia para todos y la democracia de verdad! De lo contrario, seriamos también parte del problema.

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Many people might believe Puerto Ricans do not want independence for Puerto Rico because only 3 percent of the voters choose it in the elections. But, like good news reporters say, “You have to go behind the news to understand the headlines”. Said in a different way, you have to understand the history.

Puerto Rico is a colony of the United States (US) by virtue of a military invasion in 1898. A year before the invasion, Puerto Rico had gained her autonomy from Spain via the Autonomic Charter. Puerto Rico was a part of Spain, but she governed herself without interference from Spain. Puerto Rico is currently not part of the United States, which makes it impossible for her to have autonomy like some may say. Puerto Rico belongs to the United States. This relationship is a colonial one according to international law. Puerto Rico is not a democracy as some may also say, because another country, the United States, governs us.

All colonies exist for exploitation, and Puerto Rico has not been an exception. If you study the 115 years of our colonial relationship with the United States you will find that it has been greatly beneficial for the US, while it has been disastrous for PR. So much so has the disaster been for PR that, for the first time in history, there are more Puerto Rican out of PR than in. Pedro Albizu Campos warned us about that when he said that, “The Americans are interested in the cage, and not the birds.” How many of us have left our homeland to escape the hardships produced by colonialism! How many of us have join the United States Armed Forces to escape this hardship produced by design! Did you know that the United States military recruits more Puerto Ricans than in any of her own 50 states? Are Puerto Ricans more patriotic to the US than her own citizens in the 50 states, or are we just more desperate?

The desire for Independence for all nations is natural. That is why most countries are independent. Why then, only 3 % of Puerto Ricans want independence for Puerto Rico?

The United States government has systematically punished Puerto Ricans who have fought for the independence of their homeland. To just state a few examples of this punishment, we could include: the massacres of Rio Piedras, Utuado, and Ponce, the assassinations of Cerro Maravilla and Filiberto Ojeda Rios, and the incarceration for 32 years of Puerto Rico political prisoner Oscar Lopez Rivera. Puerto Rico has 4 Federal Bureau of Investigation (FBI) offices, while there are states of the Union that does not have even one!

The United Nations (UN) has asked the United States in 32 resolutions to decolonize Puerto Rico. The UN considers colonialism a crime against humanity because it threatens world peace. The United States government, on the other hand, has ignored these resolutions and therefore has become a habitual criminal of this international crime. The US government believes that it is above international law. The US does not believe in justice for all by maintaining Puerto Rico as her colony for the last 115 years. And the US does not believe in democracy when she ignores 32 resolutions asking her to decolonize PR. In recent years, these resolutions have had the endorsement of over 90% of the nations that comprise the UN.

On Saturday November 23, 2013, we will have a peaceful protest in Puerto Rico for the liberation of our patriot and political prisoner Oscar Lopez Rivera. The protest is sponsored by the group 32 x Oscar and The Pro Human Rights Committee of Puerto Rico. We will march from the US Courthouse in Puerto Rico at 1 PM to the Hiram Bithorn Stadium in Hato Rey. Let’s show the world that we do believe in human rights, justice for all and democracy. To do the contrary would be to become ourselves part of the problem.

«Los Ebais debe asumirlos la Caja, no una empresa privada»



UNDECA respalda acciones en defensa de los Ebais de Montes de Oca, Curridabat y La Unión que pretenden privatizar entregándoselos a una empresa privada y saturando aún más los servicios de clínicas y hospitales.

“Estos Ebais los debe asumir la Caja, la salud es responsabilidad Constitucional del Estado mediante la CCSS, pero algunos pretenden seguir engordando las billeteras de los mercaderes de la enfermedad entregándoselos a una empresa privada y eso no lo vamos a permitir. La defensa de la salud de nuestro pueblo debemos darla todos y todas, ciudadanía y organizaciones sociales y sindicales porque es nuestra responsabilidad impedir que lleguemos a niveles como los de los Estados Unidos en donde más de 50 millones de personas no tienen seguridad social”, dijo Luis Chavarria Vega, Secretario General de UNDECA.

¡Valientes!


Después de prácticamente 4 años, a estas alturas, viene el gobierno a llamar al proclamado “diálogo”, tanto en el tema fiscal, como en la CCSS. ¿Quién podría dudar que las reformas ya están “acordadas” con organismos multilaterales, como el Banco Mundial, la Organización Panamericana de la Salud y el Fondo Monetario Internacional? Nada que discutir. Son turbios procesos, con falsos discursos para engañar a los ilusos que creen que están participando en estos espacios, que permiten a los políticos ocultar sus verdaderos objetivos.

Los gobiernos de turno han adoptado el modelo neoliberal que les permite, por una parte, enriquecer a sus amigos y grandes corporaciones, y por otra parte, le niega a amplios sectores de la población, condiciones de vida digna, educación, cultura, obras públicas, vivienda y la satisfacción de otras necesidades urgentes.

El gobierno liberacionista solo ha intervenido para fortalecer el proceso de acumulación capitalista, promoviendo un régimen fiscal socialmente injusto, propicio a los intereses del capital, permitiendo que grandes empresarios esquiven sus obligaciones tributarias, ofreciendo “negocios” a los capitales privados en salud, educación, infraestructura, muelles, entre otros, pagados con los impuestos de los trabajadores.

Es evidente, la asociación de políticos con el capital transnacional, la subordinación y el servilismo a organismos económicos internacionales como el BM y el FMI, el despliegue de una nueva etapa de políticas “neoliberales”, la conformación de un régimen autoritario que tiene el cometido de destruir, a toda costa, lo que queda del sistema democrático.

Las crisis económicas han sido provocadas para impulsar reformas estructurales que solo han traído miseria, descontento y malestar social.

Esos espacios, mal llamados de “diálogo social”, representan para la oligarquía financiera y empresarial la oportunidad de lanzar la contra reforma entreguista y privatizadora de los SERVICIOS DE SALUD, así como para la ocasión de aprovechar los recursos públicos para sufragar proyectos de obras, compras, contratos para beneficiar a estos segmentos de la parásita burguesía.

Sin embargo, la clase trabajadora sigue dando una lucha sin tregua, resistiendo este “capitalismo salvaje”. ¡Que ningún centro de salud, como en otras partes del mundo, niegue a las personas asistencia médica, solo por ser pobres, en realidad empobrecidos!

No importa, que como avestruces se nieguen a reconocer la fuerza, la valentía de los y las trabajadoras costarricenses, que defienden el Seguro Social, los derechos humanos y laborales, que es la misión superior que tiene el Estado, pero que lamentablemente transformaron en un estado neoliberal, que lo único que le interesa es convertir la salud en una mercancía.

Por estos motivos, UNDECA felicita a ese contingente de funcionarios y funcionarias de la salud, que con coraje y gallardía, se hicieron sentir este histórico 11 del 11.

Sudáfrica se desmarca

NUEVA YORK – Una vez más los noticieros hablan de los acuerdos internacionales de inversión. Los Estados Unidos están tratando de imponer un fuerte pacto de inversión dentro de los dos grandes acuerdos que se denominan “acuerdos de asociación”, uno trasatlántico y otro transpacífico, que en la actualidad se encuentra en etapa de negociación. Sin embargo, existe una creciente oposición a tales negociaciones.

Sudáfrica ha decidido detener la renovación automática de los acuerdos de inversión que se firmaron a principios del período postapartheid, y ha anunciado que rescindirá algunos de ellos. Ecuador y Venezuela ya rescindieron los suyos. India dice que va a firmar un acuerdo de inversión con los EE. UU. únicamente si se cambia el mecanismo de resolución de controversias. Por su parte, Brasil nunca ha firmado ningún acuerdo.

Hay buenas razones para esta resistencia. Incluso en los EE.UU., los sindicatos de trabajadores y las organizaciones medioambientales, de salud, desarrollo y otras organizaciones no gubernamentales se han opuesto a los acuerdos propuestos por los EE. UU.

Los acuerdos podrían inhibir significativamente la capacidad de los Gobiernos de los países en desarrollo para proteger a su medioambiente de las empresas mineras, a sus ciudadanos de las empresas tabacaleras que, teniendo conocimiento, proveen un producto que causa muerte y enfermedad, y a sus economías de los productos financieros catastróficos, que jugaron un papel tan preponderante en la crisis financiera mundial del año 2008. Estos acuerdos restringen a los Gobiernos, incluso en lo que se refiere a establecer controles temporales para los desestabilizadores flujos de capital de corto plazo, que frecuentemente han causado estragos en los mercados financieros y han impulsado las crisis en países en desarrollo. En efecto, los acuerdos se han utilizado para cuestionar las acciones de los Gobiernos, que van desde la reestructuración de la deuda a la discriminación positiva.

Los defensores de este tipo de acuerdos aseveran que son necesarios para proteger los derechos de propiedad. Sin embargo, países como Sudáfrica ya tienen fuertes garantías constitucionales para los derechos de propiedad. No hay ninguna razón para que los bienes de propiedad extranjera estén mejor protegidos que los bienes de propiedad de los propios ciudadanos de un país.

Es más, si las garantías constitucionales no son suficientes para convencer a los inversores del compromiso que asume Sudáfrica con relación a la protección de los derechos de propiedad, los extranjeros pueden contratar un seguro de expropiación suministrado por el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (una división del Banco Mundial) o por numerosas organizaciones nacionales que suministran dicho seguro. Los estadounidenses, por ejemplo, pueden comprar un seguro de la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero.

Sin embargo, de todos modos, aquellos que apoyan los acuerdos de inversión no están realmente preocupados por la protección de los derechos de propiedad. El verdadero objetivo es restringir la capacidad que tienen los Gobiernos para imponer regulaciones e impuestos a las corporaciones, es decir, el verdadero objetivo no es solamente defender los derechos, sino que es restringir la capacidad que tienen los Gobiernos para imponer responsabilidades. Las corporaciones están tratando de alcanzar de manera subrepticia – a través de los acuerdos comerciales negociados en secreto – lo que no pudieron lograr en un proceso político abierto.

Incluso, la idea de que estos acuerdos tienen el objetivo de proteger a las empresas extranjeras es un ardid: las empresas con sede en el país A puede establecer una filial en el país B para llevar a cabo una demanda judicial contra el Gobierno del país A. Los tribunales norteamericanos, por ejemplo, sistemáticamente han dictado sentencias que indican que las corporaciones no deben ser compensadas por la pérdida de ganancias provenientes por un cambio en las regulaciones (mediante expropiación denominada “expropiación regulatoria”); sin embargo, dentro del marco de un acuerdo de inversión típico, ¡una empresa extranjera (o una empresa estadounidense, que opera a través de una filial extranjera) puede exigir una indemnización!

Peor aún: los acuerdos de inversión permiten a las empresas demandar judicialmente a los Gobiernos por cambios regulatorios perfectamente razonables y justos: por ejemplo, en casos en los que las ganancias de una empresa de cigarrillos se vieran reducidas debido a una regulación que restringe el uso del tabaco. En Sudáfrica, una empresa podría demandar si se considera que sus ganancias netas podrían verse perjudicadas por los programas diseñados para abordar los remanentes del racismo oficial.

Existe una presunción de larga data sobre la “inmunidad soberana”: los Estados pueden ser demandados judicialmente únicamente bajo circunstancias limitadas. Sin embargo, los acuerdos de inversión, como los respaldados por los Estados Unidos, exigen que los países en desarrollo renuncien a esta presunción y permitan que se dicten sentencias en juicios, aplicando procedimientos que se encuentran muy por debajo de los que se espera que se apliquen en las democracias del siglo 21. Tales procedimientos han demostrado ser arbitrarios y caprichosos, y no proporcionan una forma sistémica para conciliar resoluciones incompatibles emitidas por diferentes foros. Mientras que los defensores argumentan que los tratados de inversión reducen la incertidumbre, las ambigüedades e interpretaciones contradictorias de las disposiciones de dichos tratados han incrementado la incertidumbre.

Los países que han firmado este tipo de acuerdos de inversión han pagado un precio muy alto. Varios de ellos han sido objeto de demandas judiciales de gran magnitud, y han tenido que realizar pagos enormes. Inclusive, se han visto demandas judiciales que exigían que los países cumplan con contratos firmados por Gobiernos anteriores, no democráticos y corruptos, aun cuando el Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones multilaterales habían recomendado la abrogación de dichos contratos.

Inclusive en los casos en que los Gobiernos de los países en desarrollo salen victoriosos de las demandas judiciales (demandas que han proliferado considerablemente en los últimos 15 años), los costos de los litigios son enormes. El efecto (deseado) es enfriar los esfuerzos legítimos que realizan los Gobiernos por proteger y hacer progresar los intereses de sus ciudadanos al imponer regulaciones, impuestos y otras responsabilidades a las corporaciones.

Además, para los países en desarrollo que fueron lo suficientemente tontos como para firmar tales acuerdos, la evidencia es que los beneficios provenientes de los mismos, si los hubo, fueron muy escasos. Según un estudio realizado por Sudáfrica, se determinó que este país no había recibido inversiones de importancia de los países con los que había firmado acuerdos, pero que sí había recibido inversiones de importancia de aquellos países con los que no tenía acuerdos firmados.

No es de extrañar que Sudáfrica, después de un estudio cuidadoso de los tratados de inversión, haya decidido que, como mínimo, dichos acuerdos deberían ser renegociados. Hacer esto no es un acto en contra de las inversiones, es un acto a favor del desarrollo. Y es un acto esencial, si es que el Gobierno de Sudáfrica desea aplicar políticas que satisfagan de la mejor manera las necesidades de sus ciudadanos y de la economía del país.

En efecto, al esclarecer mediante la legislación nacional cuáles son los tipos de protección que se ofrecen a los inversores, Sudáfrica está demostrando una vez más – como ya lo ha venido haciendo en varias ocasiones desde la aprobación de su nueva Constitución en el año 1996 – el compromiso que tiene con el Estado de derecho. Los propios acuerdos de inversión se constituyen en las más serias amenazas al proceso de toma de decisiones democráticas.

Se debería felicitar a Sudáfrica. Se espera que otros países sigan su ejemplo.

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Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía, se desempeña como catedrático en la Universidad de Columbia. © Project Syndicate.