SIP: “Basta de engaños”

SIP. La prensa venenosa. Un comunicado signado por reconocidos escritores, periodistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos cuestionaron a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), organismo al cual acusan de querer “sentar en el banquillo de los acusados” a los gobiernos que han asumido la responsabilidad de “avanzar hacia la democratización de la información”.

El comunicado denominado “Recado a la SIP: Basta de engaños” firmado por el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, y el periodista español Ignacio Ramonet, entre otros cuestiona que la SIP esté conformada fundamentalmente por “dueños de los grandes medios de difusión corporativos” de América.

Asimismo, elevaron críticas a la reunión que la SIP sostiene en Sao Paulo, Brasil, desde el 12 al 16 de octubre, en el marco de su 68 Asamblea General, y cuyo objetivo es “examinar la situación de la libertad de expresión en el continente”.

El texto sostiene que la SIP pretende en Sao Paulo “armar un nuevo episodio de la campaña emprendida por este cartel para señalar que su poder acumulado es intocable”, condenando cualquier iniciativa alterna que busque propiciar mayor diversidad y pluralidad en el mundo mediático

“Con los vientos de cambio que soplan en nuestra región, sin embargo, lo que se torna cada vez más evidente es que padecemos de un sistema mediático en el que predominan grandes grupos familiares que concentran y monopolizan el sector”, advierte el comunicado.

Igualmente, los intelectuales denuncian que dicho sistema mediático está esencialmente “articulado al conjunto de poderes fácticos, imbuidos de un alto criterio patrimonialista y con una lógica eminentemente comercial, por señalar algunos rasgos”.

Los firmantes también objetan que la SIP pregone que no debe existir en el mundo regulación alguna sobre los medios de comunicación, “bajo la premisa de que la mejor ley es la que no existe”.

El texto también señala al organismo por querer ser “intocable” y arremeter contra quienes cuestionen el comportamiento de los medios, bajo el falso pregón de defender la “libertad de expresión”.

“Quienes suscribimos este comunicado, tajantemente queremos rechazar la nueva impostura que la SIP pretende instrumentalizar y ratificar a nuestro compromiso con la democratización de la comunicación”, respaldando las iniciativas de los gobiernos consecuentes con esta causa, concluyen.

(Con información de Telesur)

FSM: Solidaridad con trabajadores y campesinos de Paraguay


La Federación Sindical Mundial (FSM) expresa su plena solidaridad de clase a los trabajadores y el pueblo de Paraguay. Apoyamos la lucha de los docentes y estamos al lado de los campesinos.

La FSM demanda que el gobierno cumpla todas la demandas justas de los trabajadores y campesinos.

La lucha por un sistema educativo público y gratuito, por salarios dignos para los docentes de todos los grados, la lucha por dar tierra a los campesinos son luchas justas.

¡Que se cumplan ahora mismo todas estas demandas justas!

La FSM, que representa ochenta y dos milliones de trabajadores de 120 países del mundo, protestará ante las organizaciones internacionales sobre la política antiobrera, antipopular y antidemocrática del gobierno de Federico Franco.

SECRETARIADO DE LA FSM
Atenas- Grecia 12 de Octubre de 2012

Exigen a Ministra de Trabajo garantizar respeto a derechos de trabajadores de plantaciones


San José, 9 de octubre de 2012.

UNT-0074-2012

Licenciada
Sandra Piszk Feinzilber
Ministra
Ministerio de Trabajo y de Seguridad Social
S. D.

Estimada señora Ministra:

Recientemente, en medios de prensa se ha informado que en los próximos meses, empresas agrícolas de café, melón y piña, estarán contratando de forma temporal a unas 80 mil personas.

Esta noticia nos alegra, pues significa que muchas personas trabajadoras y migrantes, que sufren del flagelo del desempleo, tendrán al menos, de forma estacionaria, como ganarse el pan dignamente. Pero también nos preocupa sobre manera que algunos empresarios inescrupulosos y ávidos de lucro, aprovechen esta temporada para contratar a personas y familias migrantes indocumentadas y nacionales, violando las disposiciones vigentes en el país en materia laboral y de seguridad social.

Sabemos que en muchas empresas de la piña, la naranja y el melón, las empresas subcontratan intermediarios, que violan los derechos de las personas trabajadoras y en muchos casos, para sacar un salario mínimo diario, semanal y mensual, las personas trabajadoras y sus familias deben trabajar largas jornadas, que superan incluso las doce horas, en condiciones laborales deplorables.

Señora Ministra: ciertamente la corta estacionaria de estos productos hacen que en estas regiones, algunos empresarios se aprovechen de las necesidades y falta de documentos de las familias migrantes para sobre explotarlas, con jornadas extenuantes y con pagas por debajo del mínimo legal y desde luego, sin protección social.

Por tal motivo demandamos de su Autoridad, reforzar con personal y equipo los puestos del Ministerio más cercanos a estas regiones productivas, y sobre todo, enviar permanentemente a estas zonas, equipos de Inspectores de Trabajo que permitan una fiscalización eficiente y eficaz sobre estas empresas, con el objetivo de que cumplan a cabalidad con las normas laborales vigentes en el país.

Señora Ministra: las normas para la protección laboral y social de estas personas trabajadoras son abundantes, pero le corresponde a su Ministerio velar por su cumplimiento, de ahí nuestra respetuosa solicitud, para que este acuda con prontitud a tutelar los derechos de estas personas trabajadoras y sus familias.

Sin más y agradeciendo su atención, me suscribo atentamente.

Susan Quirós Díaz
Secretaria General
Unión Nacional de Trabajadores y Trabajadoras, UNT

Un triunfo esperado, gratificante, alentador


54: el número maldito de un proyecto burgués

Latinoamérica sigue respirando sin sobresaltos: las elecciones presidenciales venezolanas fueron absolutamente limpias y el presidente Hugo Chávez fue reelecto para un tercer mandato, impidiendo la restauración neoliberal alentada desde Estados Unidos y varios países europeos y alentando, una vez más, el proceso integrador de le región.

El triunfo bolivariano es un aliento para aquellos que en Latinoamérica y el mundo buscan salida a la crisis del neoliberalismo: sí se puede luchar contra el capitalismo “Venezuela ha cambiado. La lucha de clases (ocultada por la historia tradicional) que se inició desde el mismo siglo XVI, hoy día está culminando: la antigua hegemonía de la cultura burguesa está siendo suplantada por una contrahegemonía de la clase popular”, dice el historiador y antropólogo Mario Sanoja Obediente.

Seguramente el análisis de los guarismos compruebe que la oposición derechista y ultraderechista del pasado ha logrado calar sectores de las clases medias e incluso a sectores populares. Sectores que gracias a la Revolución Bolivariana no tiene como preocupación principal comer, acceder a la educación y a la salud y tener techo propio.

Entre los logros en los 14 años de gobierno bolivariano, se pueden sumar la reducción de la pobreza y del desempleo, la eliminación del analfabetismo, la consecución de un alto nivel de desarrollo humano, un acceso gratuito al sistema de salud y a una red eficiente de alimentos, y la ubicación del país como el quinto en matrícula universitaria

Hoy las preocupaciones de muchos son las de las clases medias urbanas latinoamericana: la inseguridad, la corrupción y la ineficiencia e ineficacia del aparato burocrático. Jesse Chacón, ex ministro del Interior y ahora director de una encuestadora, señala que en Venezuela el contrato social se rompe en el `89, con el Caracazo, cuando la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes estaba en 6. En una década pasó de seis a 37 y en 2009 estaba en 44.

“El Estado creyó algo que no es cierto: si disminuyes la pobreza, disminuye la violencia. Del `99 al 2009 la pobreza se redujo a la mitad y la pobreza extrema del 27 por ciento bajó al siete por ciento, sin embargo, la violencia no decreció. Las medidas neoliberales de los noventa desarticularon la estructura social. Es un tema de veinte años de deterioro del campo simbólico que no se resuelve fácilmente”, indicó Chacón.

Del análisis de los resultados saldrá también el rumbo que emprenderá el nuevo período el tercero del gobierno bolivariano bajo la conducción de Hugo Chávez, porque en el aparato existe una tendencia dispuesta a negociar con la oposición de derecha.

El propio Chávez siempre magnánimo en la victoria dijo dos días antes de las elecciones: “Yo estoy dispuesto a abrir las compuertas, estas puertas de Miraflores, a tomar nuevas iniciativas de diálogo, a nombrar comisiones de diálogo con los distintos sectores de la vida económica (…) El socialismo del siglo XXI es democracia. Nosotros no estamos hablando de la dictadura del proletariado; no”.

Hay muchos perdedores. Entre ellos, la prensa comercial nacional e internacional que, cartelizadamente, quisieron crear un clima de violencia y de eventual fraude. La oposición no tendrá derecho a quejarse (aunque sin duda lo hará), pues controla la gran mayoría de los medios de información de masas, que mienten, manipulan, insultan e intentan imponer imaginarios colectivos virtuales, bien alejado de la realidad real.

El civismo fue absoluto, la violencia no apareció en ningún rincón del país durante el acto electoral. Uno de los mayores triunfos del bolivarianismo es haber convertido al ciudadano en sujeto de política (tradicionalmente fue objeto), como eslabón imprescindible para soñar con una democracia no declamativa sino participativa.

La próxima batalla

Asegura el sociólogo argentino-mexicano Guillermo Almeyra que la campaña de Chávez fue antes que nada de aparato y reforzará, por lo tanto, al aparato chavista, que está muy por detrás del radicalismo del presidente. “Eso es particularmente peligroso en el caso de que en las futuras elecciones del 16 de diciembre (de gobernadores de los estados) la oposición burguesa consiga aprovechar el desprestigio de los candidatos chavistas para conquistar el control de posiciones claves en el aparato estatal que hoy están en manos del gobierno”.

Seguramente retornará a los medios comerciales el tema de la enfermedad del presidente (su rendimiento, su eventual incapacidad), buscando la desestabilización, quizá el camino antidemocrático que una buena parte de la oposición no ha archivado aún, sabiéndose incapaz de acceder al poder por las vías electorales . En esta revolución bolivariana, Chávez no solo tiene el rol protagónico sino un papel irremplazable y hoy por hoy no hay sucesor ni plan post-Chávez.

La elección de gobernadores, a su vez, estará marcada por el resultado de las elecciones en Estados Unidos y enmarcada por la crisis del neoliberalismo a escala mundial. Algunos expertos alertan que una caída de la producción mundial reducirá el precio del petróleo y, por lo tanto, dificultará los planes sociales y económicos del chavismo en Venezuela, en la Unasur, el Mercosur y un encarecimiento de los alimentos que el país importa.

“Con Estados Unidos estamos siempre dispuestos a mejorar las relaciones (…) ojalá con el próximo gobierno, y ojalá sea el de Obama, como ya lo dije, podamos nosotros rehacer el diálogo con los Estados Unidos”, señaló el presidente Chávez este sábado.

Destacó asimismo que Venezuela tiene una gran relevancia en el mundo, pues es la primera reserva de crudo del planeta. “Cuando se acabe el petróleo en casi todo el mundo, que podría ocurrir quizá a finales de este siglo (…), quedarán cinco países todavía con reservas importantes: Rusia, Irán, Arabia Saudí, Irak y Venezuela”, detalló. “Esto da a Venezuela una importancia especial desde hace un siglo”, agregó.

Recordó, asimismo, que todos los presidentes del país que pretendieron tomar las riendas del negocio petrolero fueron derrocados: Cipriano Castro, Isaías Medina, Carlos Delgado, Rómulo Gallegos y él mismo. “La causa fundamental: el petróleo, porque los países poderosos de Occidente necesitan ese petróleo”.

Señaló que su gobierno también es adversado desde Occidente porque representa “lo que algunos llaman el mal ejemplo de Venezuela”, es decir, “un país que es capaz de levantarse” contra el neoliberalismo. “Hemos demostrado muchas cosas sin el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), libres y soberanos, y acosados por todos esos poderes”, comentó.

La oposición

La nueva caída significará nuevos reacomodos que se producirán en la oposición venezolana, antes o después de las elecciones de gobernadores, luego del giro táctico producido tras la caída en las presidenciales de 2006, con el abandono –al menos discursivo- de la vía violenta y la adopción de una estrategia anclada en la dura crítica de la gestión de gobierno, y la reapropiación de algunas de las principales ideas-fuerza del chavismo originario.

Seguramente el nuevo discurso se base en la necesidad de reconciliación nacional, que cuenta con el agrado del Departamento de Estado estadounidense, de ONGs internacionales o trasnacionales e, incluso, con el beneplácito de sectores académicos y una parte de la dirigencia chavista.

En tiendas chavistas el desafío será avanzar en el proyecto hacia el Socialismo del Siglo XXI, lo que supone la necesidad de una nueva forma de hacer política, eliminando de cuajo la “dedocracia” y la representación, para avanzar en la participación popular y protagónica, que incluye, sin lugar a dudas, la elección de las candidatos desde el poder comunal, desde las bases.

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Por Aram Aharonian | Desde Caracas. Especial para APAS
08|10|2012

Venezuela no quiere regreso de corruptos


Elecciones en Venezuela: Hugo Chávez gana, la duda es por cuánto

El profesor de Postgrados en Matemática de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG), Luis Eduardo Chacín, afirmó en una publicación en el sitio aporrea.org: “se puede predecir con conocimientos de estadística, matemática y probabilidades y tomando en cuenta los resultados electorales del referendo revocatorio del año 2004 y de la última elección Presidencial del año 2006, los resultados del 7 de Octubre del año 2012”.

El especialista exhibe un listado de resultados posibles por Estado en las elecciones generales, obtenido tras considerar “el pulso de la opinión pública nacional, los apoyos de los gremios, consejos comunales, distintas personalidades o el retiro de los mismos respaldos los resultados obtenidos mediantes estas dos herramientas científicas y de la comunicación social”.

En estudio realizado por Chacín, Hugo Chávez Fías obtendría un triunfo como presidente de Venezuela en los 24 Estados, con un apoyo que oscilaría entre el 52 y el 79 por ciento, promediando el 62,15.

Así, por ejemplo, en Caracas el actual mandatario sería reelecto por el 62 por ciento, en Zulia, Táchira, Mérida y Miranda ganaría por el 54 por ciento.

Las mayores ventajas para el chavismo se obtendrían en los estados de Guárico y Aragua (79); en Amazonas, Delta Amacuro y Portuguesa (78), Cojedes (74), Sucre (72); y en Apure, Vargas y Trujillo (70).

Según este estudio probabilístico, la diferencia a favor de Chávez sería, de manera “irreversible”, del 24,3 por ciento.

Por otra parte, según un informe de la agencia Prensa Latina, prestigiosas encuestadoras dan por ganador al líder bolivariano. El sondeo de Hinterlaces arroja un 50 por ciento de intención de voto para Chávez, International Consulting Services (ICS) un 63; Consultores 30.11, estima que obtendrá el 56,5; y Datanálisis 43,1 por ciento.

Esos porcentajes marcan una brecha de entre 18 y 20 puntos entre el mandatario y el candidato opositor Henrique Capriles Radonski.

Incluso la intención de votos de los indecisos, aquellos que aún no tienen claro por quién emitirán su sufragio, se inclina en 60,1 por ciento hacia Chávez, frente a 39,9 que lo haría por Capriles, comunicó ayer el Grupo de Investigación Social Siglo XXI (GIS XXI).

El candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, encabeza una campaña mediática en la cual expresa que, según sondeos encargados por su frente electoral, la brecha de votos entre él y el Presidente es mínima o muestran un posible empate. Incluso, llegó a afirmar que algunos estudios lo muestra ganador. Sin embargo, no ha divulgado ningunas de esas encuestas. APAS realizó una exhaustiva búsqueda de los datos que esboza el candidato opositor, sin resultados positivos.

En las últimas semanas cada vez que las encuestadoras divulgaron sus análisis, la oposición desconoció los números arrojados, y adelantó que desconocerá los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) o cantarán fraude tras lo que se supone será una victoria contundente del chavismo. Esta maniobra no reporta novedades: en el plebiscito de 2004 la oposición declaró fraude y se retiró de las parlamentarias de 2005.

Según un sondeo de la Encuestadora Naor, Chávez cuenta con el 60 por ciento de intención de voto, informó la Agencia Venezolana de Noticias. Capriles obtendría el 35 por ciento.

El gerente general de la encuestadora, Carlos Sánchez, detalló que los datos se desprenden del último estudio de esta firma, realizado del 2 al 17 de septiembre, basado en 2.500 entrevistas directas “puerta a puerta” en todo el país, con un nivel de confiabilidad de 95 por ciento y un margen de error de, más o menos, 2,45 por ciento.

Ante la pregunta ¿Por quién no votaría usted?, Sanchez informó que “el rechazo lo encabeza el candidato Capriles, con 56 por ciento; seguido por Chávez, con el 38 por ciento”, agregó Sánchez.
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Un nuevo proceso democrático en Venezuela

El domingo votamos todos

Las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela tienen una enorme relevancia para el proyecto de integración regional en curso. La opción es extensible al conjunto escenario latinoamericano: transformación popular emancipatoria o restauración elitista conservadora.

Por Ernesto Espeche | Desde la Redacción de APAS Mendoza

La Agencia Periodística de Argentina y América del Sur (APAS) prepara una serie de despachos especiales para dar cobertura al proceso eleccionario que tendrá lugar este domingo en la República Bolivariana de Venezuela. Así, proponemos un seguimiento diario sobre el clima previo, las perspectivas en pugna, el impacto regional y las posibles consecuencias de sus resultados.

Si pensamos a la región como una totalidad, aquella que emana del viejo proyecto de la Patria Grande, nada de lo que ocurre en el plano doméstico de un país puede analizarse al margen de la compleja realidad colectiva y viceversa.

Nuestros países operan en conjunto en un mismo escenario. En la última década se abrió para todos los habitantes de Nuestra América una etapa signada por la crisis del proyecto rentístico financiero y la emergencia del campo popular a espacios de poder. Ese recorrido, diverso y contradictorio, se expresa hoy en el diseño de un proyecto popular emancipatorio que ubica a las históricas clases dominantes en una cruzada restauracionista.

El liderazgo popular de muchos de los mandatarios de esta parte del planeta se alimenta de una fuerte participación ciudadana y una original construcción de poder. Estamos, sin caer en miradas grandilocuentes, en la dura puja por reinventar la democracia, refundar el relato histórico y sepultar el modelo civilizatorio afirmado por décadas por una selecta minoría.

Al mismo tiempo, la elección del próximo domingo tiene rasgos particulares. Hugo Chávez, y la Revolución Bolivariana que conduce, están en el núcleo de la totalidad que contiene al proceso de integración en la actual etapa. La experiencia venezolana funciona como testigo de los cambios operados en la región: sus firmes definiciones ideológicas, el carisma de su líder y la intensidad de sus medidas marcan el pulso del cambio de época.

El llamado “Socialismo del Siglo XXI” está en el epicentro del proyecto popular a escala regional. Eso explica que las derechas se posicionen en cada país en referencia a las relaciones de los presidentes con Venezuela. Y no se equivocan: los gobiernos de Lula Da Silva, Dilma Rousseff, Fernando Lugo, Rafael Correa; José “Pepe” Mujica, Néstor Kirchner, Cristina Fernández o Evo Morales mantuvieron o mantienen espacios de acuerdo estratégico entre sí y con Venezuela. Juntos avanzan hacia un modelo que está en las antípodas de los intereses estadounidenses en la región y cobra cada día mayor fortaleza.

Eso explica, también, que en Venezuela se organizara en 2002 el primer intento golpista de nuevo tipo y se abroquelara la vetusta oposición política alrededor del eje articulador de las corporaciones mediáticas. La fórmula, aunque ciertamente limitada, se repitió casi siempre sin éxito en los países vecinos.

Allí también se consolidó una ecuación de hierro: la organización popular –la recuperación de la política como herramienta de cambio- es el mejor antídoto contra los efectos nocivos de la burbuja mediática. Por eso, ni más ni menos, Chávez se sometió a 14 procesos eleccionarios sin perder sustento social.

Por eso, además, Henrique Capriles expresa el burdo ensayo de la derecha de construir referencias cuyos discursos no expliciten de modo salvaje una torpe vocación antidemocrática. Se trata de un cambio de táctica que, sin embargo, no alcanza para revertir la debacle opositora. Por los motivos expuestos en el párrafo anterior, todos los sondeos vuelven a ubicar al Presidente como el candidato favorito, falta conocer el margen de ventaja final.

En todo caso, el experimento “Capriles” puede tener algún éxito si, luego de su exportación, logra capitalizar un hipotético agotamiento del dinamismo transformador que sostiene a los mandatarios que adscriben a la tradición popular sudamericana. La restauración conservadora pendula sin brújula entre la factoría de una esperanza blanca que socave la legitimidad democrática de los procesos políticos en curso y los groseros intentos destituyentes anticonstitucionales.

Por eso, finalmente, el domingo votamos todos.

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Por la Redacción de APAS |
01|10|2012
apasdigital. org

Evo Morales denunció a Estados Unidos como Estado terrorista

67º Asamblea General de Naciones Unidas

El presidente de Bolivia, Evo Morales, señaló en Nueva York que la organización internacional no funciona como debería porque carece de la cooperación de las grandes potencias mundiales. Además, pidió terminar con el “Consejo de Inseguridad” y describió al gobierno de Estados Unidos como terrorista.

Evo Morales aclaró que Estados Unidos no tiene moral para tildar a otros países de terroristas

En su discurso ante la Asamblea General de ese organismo, el mandatario boliviano, Evo Morales, denunció la falta de compromiso de algunos países que hablan de democracia pero no acatan los acuerdos internacionales.

“Aquí se habla de la democracia, si quisiéramos realmente ser demócratas desde acá respetaríamos todas las resoluciones” de la ONU. “Un solo ejemplo, ¿acaso el gobierno de Estados Unidos respeta la resolución de las Naciones Unidas sobre el bloqueo económico a Cuba?”, preguntó.

En su discurso, Evo Morales también rechazó la inclusión de Cuba en un listado confeccionado desde Washington como país “patrocinador del terrorismo”. Antes de partir hacia Nueva York, el Presidente hizo una visita oficial a la isla presidida por Raúl Castro.

“¿Qué autoridad tiene el gobierno de Estados Unidos” para incluir a países como terroristas?” “¿Acaso ustedes, delegados y delegadas no se dan cuenta, el mundo no se da cuenta que el primer terrorista, que practica el terrorismo de Estado es Estados Unidos?”, preguntó Morales.

Y agregó en su explicación que se trata de un gobierno que lleva a cabo “tantas intervenciones, con tantos muertos, tanta matanza” y todo con el “pretexto de defender la democracia”. Estados Unidos, en Libia, “ha intervenido para tomar el petróleo para las potencias, no para el pueblo libio”.

Además, exigió la “libertad inmediata para los cinco cubanos” que son “presos políticos en Estados Unidos. Si hubiese “voluntad política de defensa de los derechos humanos, el señor Presidente podría liberarlos, porque está en sus manos”.

Añadió que en el foro de la ONU hay coincidencias teóricas en las que todos defienden los derechos humanos, la búsqueda de la paz y la democracia. Pero en los hechos estamos divididos, apuntó.

“Ayer el secretario general (Ban Ki-moon) dijo que hay que cambiar el mundo, pero para cambiar al mundo, hay que cambiar primero Naciones Unidas”, sostuvo Morales. Y eso se empieza cambiando el “Consejo de Inseguridad” de Naciones Unidas porque ese organismo “no puede ser cómplice del intervencionismo y de la violación de los derechos humanos”.

Por otra parte, el Ejecutivo de Bolivia reivindicó, una vez más, el derecho de su país a tener una salida al mar: “Bolivia emplaza, una vez más al gobierno de Chile, ante la garantía de esta Asamblea General, a solucionar definitivamente su enclaustramiento político por los mecanismos pacíficos”.

Recordó que esa controversia entre Chile y Bolivia, originada en un tratado que data de 1904 “un tratado injusto, impuesto e incumplido” y derivó de una invasión “bajo intereses de carácter oligárquico” realizada “con la participación de trasnacionales”. intereses oligárquicos, puede ser modificada. Como ejemplo citó el caso de la devolución del Canal de Panamá por parte Estados Unidos. “Este conflicto lastima la integración del continente de América”, añadió.

En ese mismo tono, defendió la causa argentina en su apelación al Reino Unido para entablar el diálogo diplomático por el diferendo ante la isas Malvinas: se debe luchar para tener “Malvinas para Argentina y mar para Bolivia”.

Morales defendió el “consumo legal” de la hoja de coca, “no puede haber cero producción de hoja de coca”, recalcó, recordó que Bolivia redujo la superficie cultivada de coca en un 12 por ciento “sin muertos y heridos, y respetando los derechos humanos”.

“Bolivia, fiel con su compromiso de lucha contra el narcotráfico”, señaló el Presidente, “ha solicitado la adhesión a la convención única de 1961sobre estupefacientes que preserva el derechos de usar la hoja de coca para fines culturales y especialmente medicinales” dentro del territorio boliviano. Recordó que en Estados Unidos hay estados en los que es legal la venta de cocaína, y sin embargo desde allí se le impide a los bolivianos mantener los usos ancestrales de la hoja de coca.

Con respecto a las empresas transnacionales que explotan recursos naturales, Morales recomendó a los países en desarrollo nacionalizarlos, como ha hecho su gobierno, para convertirlos en motor del cambio social al garantizar a la población servicios básicos que constituyen derechos humanos.

Los servicios básicos como el agua, la luz y la comunicación no pueden ser un negocio privado, nuestra experiencia de avances generados por la nacionalización de recursos muestra que cuando hay voluntad de cambio, las cosas pueden cambiar, puntualizó el mandatario boliviano.

Sobre las metas del milenio, que se tratan en la Asamblea, Evo Morales dijo que hasta hace unos años “Bolivia era un país desconocido”, pero que desde que comenzó su gestión hubo muchos “programas sociales y cambios estructurales” que han cambiado de manera radical la realidad boliviana.

Detalló que, según el plan de objetivos del milenio, para 2015 Bolivia debía “reducir el índice de pobreza extrema hasta el 24.1 por ciento. Sin embargo, el Presidente expresó: “quiero informarles que al 2011 ya reducimos al 20 por ciento la pobreza”. Además, adelantó que para el Bicentenario de su patria “queremos erradicarla por completo”, y que “en el año pasado el 10 por ciento de la población subió de la extrema pobreza a la clase media, estamos hablando de 1 millón de personas”.

Sobre la cobertura del agua hacia la población, según las metas del milenio, en 2015 el gobierno boliviano debía alcanzar a 78.5 por ciento, cifra beneficiados que se alcanzó durante este 2012, especialmente en poblaciones campesinas e indígenas.

El desarrollo en materia de telecomunicaciones también fue destacada por el Mandatario: de los 389 estados “en 2006, la telefonía móvil estaba solo en 90”. En unos días, informó el presidente Evo Morales inaugurará la llegada de esa herramienta tecnológica al “último municipio” que faltaba. Se trata del “más alejado, en la Amazonía boliviana”, señaló.
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Día Dos. Los dardos siguen apuntando al mismo lugar

Superando la retórica y el miedo, los presidentes latinoamericanos mantienen el llamando a cambiar las reglas y el escenario del juego mundial. Descrédito a la ONU y a la división Mundial.

Sin rodeos ni vueltas. Con el estilo propio de los latinoamericanos. Dejando a la vista de todos las falencias de un orden internacional claramente en crisis, y sostenido por más el componente fuerza de la hegemonía; se desnuda y crítica sin máscaras a quien basa su autoridad en el miedo y la prepotencia.

Los presidentes de México, Colombia, Guatemala, Trinidad y Tobago, Haití, Antigua y Barbuda y Bolivia – cada uno con sus matices, necesidades e intereses – dieron vida al púlpito de la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para remarcar la relación existente entre la pobreza, la violencia y la injerencia. Todo en el marco de un capitalismo en crisis.

No es casual que los referentes latinoamericanos reclamen el fin del doble discurso. Cada uno de los países nombrados anteriormente sufrieron el asedio del modelo neoliberal en las últimas dos décadas; modelo delineado en Washington y del cual la Asamblea General y la misma ONU no pueden desconocer complicidad, por acción u omisión.

Durante años fueron obligados a soportar en silencio; presionados por los organismos internacionales sean de carácter económico o militar, e incluso relativos a la difusión de políticas democráticas con exclusión y sin participación. Dictaduras militares y de mercado dieron por resultado el crecimiento de la pobreza estructural como contrapartida del sostenimiento y hegemonía de las minoritarias clases dominantes vernáculas.

Aún hoy se observa el temor de algunos países que se debaten entre el mantenimiento del estatus quo u observar con simpatía los desarrollos de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Duda que persiste ahora, cuando la crisis internacional alcanza niveles inimaginables en Europa y Estados Unidos.

Felipe Calderón se despide de la Asamblea y pronto de la presidencia de México, sin poder negar que vaya a ser recordado por haber seguido los consejos de Estados Unidos para implementar una guerra que ya produjo cincuenta mil muertos y veinticuatro mil desaparecidos. Sin desconocer que la militarización de su país y el desarrollo del crimen organizado alcanzó en su gestión niveles impensables. Situación complementaria a una economía unidimensional de mercados reducidos dominada por los Tratados de Libre Comercio (TLC).

Como representante de México, hizo hincapié en la falta de articulación y consenso para aplicar una política internacional de lucha contra el crimen organizado: la política delineada, aisladamente, desde su vecino del Norte.

Otto Perez Molina, presidente de Guatemala, entiende que de no modificarse la forma en que se afronta el problema del narcotráfico puede seguir el mismo camino que su par mexicano.

Guatemala, aprovechando la importancia, de su rol en Centroamérica, busca el desarrollo de nuevas políticas de seguridad basadas en el multilateralismo, la integración y el consenso internacional.

Si bien no desconoce la importancia de la participación de Estados Unidos, junto al resto de los países centroamericanos sufre del acoso y la seducción del financiamiento de la Casa Blanca que les permitiría resolver – suponen, nunca alcanza – su histórica pobreza. Se anima a pedir el auxilio del resto de los países para desarrollar nuevas iniciativas que le permitan salir del círculo vicioso de la violencia.

Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos, en un nuevo viraje colombiano – aun poco creíble pero esperanzador – se aleja de las relaciones carnales de su mentor y predecesor. Busca, entonces, el apoyo de sus vecinos para la consecución de “una” paz respecto del conflicto interno con las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC). Sin precisiones se acerca a las posiciones de la Unasur, aunque continua coqueteando con el socio estadounidense.

La presencia y la expresión de Haití, Antigua y Barbuda, y Trinidad y Tobago, pequeños países, aislados con fuertes contrastes y dependientes de la comunidad internacional, representa la importancia de terminar con las asimetrías económicas y políticas.

Por último, y como síntesis, el discurso del presidente Evo Morales respondió a las expectativas. Sin tapujos puso nombre y apellido a la actuación del poderoso: terrorismo de Estado. Con el sentir y en nombre del pueblo boliviano y del resto de los países latinoamericanos, interpretó la relación existente entre la situación actual y la necesidad de un nuevo y sincero acuerdo internacional.

Bolivia, en un certero proceso de recuperación y desarrollo con inclusión social, elevo su voz para denunciar retóricas y doble discursos; no sólo de los miembros de la comunidad internacional sino también de las Naciones Unidas -o “Naciones Desunidas” -. Describió lo hipócrita de seguir aceptando los designios del Consejo de Seguridad – o “de Iseguridad” – y su derecho a veto.

Latinoamérica interpreta, interpela y advierte al resto de los países del mundo que, de no reformase la Asamblea General y la misma ONU, terminaran por caer en lo retórico y el descrédito. Y, una crisis y varios años de avance de las democracias populares en nuestra región – quien dice – quizás de eso, no vuelva.