Manifiesta ilegalidad de nuevo reglamento para el otorgamiento de incapacidades y licencias de los beneficiarios del Seguro de Salud


Normativa profusamente reglamentarista

El nuevo reglamento, ampliamente desconocido, contiene más de cien artículos, que comprenden un conjunto de definiciones, principios, mecanismos de control, fiscalización, normas de responsabilidad profesional y un recetario de sanciones administrativas, los cuales disciplinan escrupulosamente, manu militari, el otorgamiento de las incapacidades y licencias de los beneficiarios/as del seguro de salud.

Este reglamento contiene un catálogo de definiciones, algunas excesivamente extensas, por ej. la definición de “incapacidad por enfermedad”, que llega hasta el extremo de advertir: “En ningún caso se otorgará una incapacidad a una persona sana” (art. 2).

Asimismo, un menú de principios, muchos de los cuales no son más que variaciones semánticas del mismo deber, por ej. los principios de integridad, lealtad, probidad, rectitud, veracidad, que sustancialmente disponen lo mismo y denotan el marcado acento deontológico del reglamento.

No son escasas las normas “curiosas”, entre ellas, la que dispone que fallecido el asegurado, no tiene derecho al pago de subsidio por enfermedad (art. 54).

El objetivo principal del reglamento da lugar a una desviación de poder

No hay que hacer mucho ejercicio dialéctico, entre la profusa normativa, para concluir que el objetivo principal de este reglamento, de carácter fiscalista, es restringir y reducir, al límite máximo, Derechos Fundamentales: las incapacidades por enfermedad y licencias de las aseguradas/os.

Con la finalidad de lograr el efectivo cumplimiento de este objetivo, el reglamento articula un complejo entramado de controles administrativos, mecanismos de fiscalización desproporcionados y comisiones evaluadoras con potestades discrecionales, que en definitiva, implican una regulación que por mínimo obstruye, cuando no es la más de las veces que hace impeditivo, la realización del Derecho Fundamental de la atención de la salud de los asegurados/as.

El nuevo reglamento está muy lejos de pretender la mejor satisfacción del fin público, que por lo visto son otra clase de móviles espurios los que animaron su aprobación, en demérito de la prestación eficiente y oportuna de un servicio público esencial, cuya promulgación da lugar a una desviación de poder (art. 131 LGAP).

Esta desviación de poder concurre no solo porque el fin que se pretende lesiona Derechos Fundamentales, sino también por la falta de proporcionalidad y razonabilidad de los medios establecidos para alcanzar este insidioso objetivo.

Presunción de mala fe de la actuación de los profesionales en Medicina y Odontología

La filosofía del reglamento parte de la presunción – iuris tantum – de que los médicos y odontólogos, en connivencia con los asegurados (as), promueven o realizan conductas que violentan aquellos principios éticos, con la finalidad de procurar irregularmente una incapacidad por enfermedad o licencia.

No se puede dejar de admitir que el personal hospitalario puede incurrir en abusos o irregularidades, que desde luego deben ser sancionados, pero estos casos malintencionadamente no se pueden generalizar y jamás una normativa de este tipo se puede construir partiendo del presupuesto de la actuación fraudulenta de los servidores públicos.

Penalización del sistema de incapacidades

Como el reglamento se residencia en la anterior presunción, propende, más que a controlar adecuadamente el otorgamiento de las incapacidades y licencias – tópico en que nadie está en desacuerdo -, por contrario, tiende a resaltar las responsabilidades resultantes de la relación médico-asegurado, exacerbando la responsabilidad de carácter penal, la cual impropiamente se considera inherente al acto de otorgamiento de una incapacidad (artículo 5).

Son múltiples las disposiciones que sentencian las distintas especies de responsabilidad que el reglamento “naturalmente” deriva del otorgamiento de una incapacidad, enfatizando la responsabilidad penal: “(…) sin perjuicio de la denuncia que corresponda ante la Fiscalía del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica o al Ministerio Público”, advertencia que es moneda de curso común en el reglamento.

Restricción ilegítima del ejercicio profesional y enervación del acto médico

El reglamento determina, en términos generales, de manera preceptiva los restrictivos periodos de incapacidad por enfermedad que pueden prescribir los profesionales en Medicina, en los servicios de Medicina General y especialistas, más de allá de los cuales se requiere necesariamente la autorización de la jefatura del servicio y en otros casos, la autorización de la comisión local evaluadora de las incapacidades y licencias.

Esta limitación coercitiva del periodo de otorgamiento de las incapacidades constituye una ilegítima restricción del acto médico, que de toda manera esta materia no puede regularse en un reglamento autónomo de servicio.

Por otra parte, se enerva el acto médico, porque las incapacidades que requieren un periodo que excedan estos límites determinados reglamentariamente, tienen que ser autorizadas, de previo, por la jefatura del servicio, y en otros casos tienen que ser autorizadas por la comisión local evaluadora de incapacidades, que posee potestades ilimitadas para modificar o anular la incapacidad.

La autorización que se exige, ya sea de la jefatura inmediata o la comisión local evaluadora, configura un acto de control o fiscalización ilegítimo, absolutamente incompatible con el ejercicio de esta profesión, que desnaturaliza el acto médico, violentándose el criterio científico que entraña este acto profesional.

Afectación de los Derechos Fundamentales de los y las aseguradas

Lo más grave de todo esto es que el trabajador y trabajadora quedan entrampados en este enmarañado procedimiento de autorizaciones, controles administrativos y mecanismos de referencias y contrarreferencias de un nivel de atención de salud a otro, en detrimento de su derecho a la atención de la salud y del otorgamiento de una incapacidad por enfermedad, que por lo demás, no se tratan de derechos ordinarios, sino de Derechos Fundamentales.

Además, se violenta el derecho fundamental al buen funcionamiento de los servicios públicos, que la jurisprudencia constitucional ha inferido de nuestra Constitución Política, cuya exigencia es más intensa tratándose de un servicio público esencial, que mucho menos admite estas ostentosas restricciones (voto 5177-2004).

Violación del principio de igualdad en menoscabo de los y las trabajadoras de la CCSS

La CCSS presta un servicio público esencial, sujeto a los principios de continuidad, eficiencia, adaptación e igualdad de trato, por lo menos en buena teoría constitucional y legal, que lamentablemente dista mucho de la cruda y cotidiana realidad (art. 4 LGAP).

No obstante, el reglamento contiene normas de excepción, en perjuicio de los trabajadores/as institucionales, particularmente la que establece que “toda incapacidad otorgada en el servicio de urgencias o consulta externa a funcionarios institucionales que se encuentren laborando en el mismo centro, debe ser autorizada por la jefatura de dicho servicio o quien esté a cargo por delegación de la dirección médica y se debe ajustar a lo establecido en el párrafo tercero del art. 38 de este Reglamento (…)”.

No se justifica, de ninguna manera, que solo por la condición de ser funcionarios institucionales, una incapacidad por enfermedad que se otorgue en estas circunstancias, tenga que someterse a ese engorroso trámite administrativo.

No existe ningún motivo objetivo que justifique este trato desigual, discriminatorio, que convierte a estos servidores de la salud en asegurados de segunda o tercera categoría, expuestos, día a día, a un nivel de riesgo de contaminación o infección mayor que cualquier otro trabajador.

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Lic. Manuel Hernández Venegas
Asesor legal de UNDECA

Publicado en Diario Extra
Viernes 19 de Septiembre del 2014

¡Ya hay presupuesto para quirófanos!


La lucha del personal trabajador del Hospital México, con el apoyo total de los pacientes y familiares que tienen que ser atendidos en este hospital no ha sido infructuosa.

La Junta Directiva de la institución procedió a aprobar satisfactoriamente esta demanda, lo que debemos celebrar todos y todas los costarricenses, porque este será el primer hospital en nuestro país que contará con los requisitos y protocolos modernos, que demandan los organismos internacionales de salud para este tipo de quirófanos, con el fin de garantizar mayor seguridad a pacientes operados y a los especialistas en este hospital.

Además se aprobaron otros montos para garantizar las mejoras instalaciones eléctricas, así como el pago extraordinario para realizar operaciones vespertinas.

De esta manera el accionar del sindicato UNDECA demuestra que cuando se profundizan los vínculos y la solidaridad con los usuarios y los diferentes sectores sociales, como por ejemplo el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense, es posible lograr objetivos que vayan en bien de nuestro país.

Vemos con satisfacción que con la nueva Presidenta Ejecutiva y algunos miembros de Junta Directiva se están creando espacios de diálogo y solución para realizar los cambios profundos que esta noble institución de salud pública urge.

Hospital México a paro por recargo y falta de personal en nutrición


Dado que no ha sido atendida una serie de demandas planteadas por los trabajadores del área de Nutrición del Hospital México, quienes son representados por la Unión Nacional de Empleados de la Seguridad Social (UNDECA), el próximo jueves 11 de setiembre se llevará a cabo un paro de laborales.

Las demandas se han centrado en que a pesar de la ampliación de servicios de atención de pacientes hemofílicos y de radioterapia, así como una mayor demanda de otros servicios del personal profesional, técnico y de apoyo de Nutrición, no se ha aprobado ninguna plaza para atender las necesidades.

En lugar de esto se han venido cancelando sumas millonarias en pago de tiempo extraordinario, debido a la inopia de personal, durante muchos años.

Esta situación ha conllevado a un grave agotamiento, desgaste físico, emocional y la aparición de enfermedades propias del personal de este servicio, debido a las adversas condiciones de trabajo que se le ha impuesto. Ante esto, los trabajadores se sienten indispuestos a laborar más tiempo extraordinario.

“Pero no solo es esto. Hace más de cinco años que existen 20 plazas vacantes, las cuales no han salido a concurso y se nombran de forma interina, en algunos casos irrespetando la reglamentación vigente, en perjuicio del personal trabajador”, comentó Luis Chavarría, secretario general de UNDECA.

Tampoco las autoridades del Hospital han tenido éxito para promover políticas de motivación, necesarias para mejorar las relaciones humanas y un ambiente laboral apropiado, en un servicio con condiciones ambientales totalmente adversas.

Por lo expuesto y agotado el plazo de espera, mañana jueves 11 de setiembre, se realizará en este servicio un paro de labores a partir de las 6:00 a.m.

Sala IV rechaza acción de inconstitucionalidad interpuesta por sector empresarial y una Confederacion Sindical


Esta ley establece la representación paritaria de ambos sexos en los órganos de gobierno de asociaciones, asociaciones solidaristas, sindicatos y asociaciones de desarrollo comunal.

Lo más deleznable fue que una connotada Confederación Sindical del país, siguiendo el ejemplo de las cámaras patronales, se haya sumado a este espurio esfuerzo, que compartiendo las mismas razones del empresariado, impugnó también la constitucionalidad la Ley de Paridad de Género.

Por lo visto, no son muchas las discrepancias que diferencias esa confederación sindical y el empresariado costarricense, que se hicieron una sola mancuerna para enervar la participación de las mujeres en aquellas organizaciones.

UNDECA promovió una intensa y amplia campaña, a nivel nacional, para defender la Ley de Paridad.

Esta campaña, por dicha, contó con el apoyo de un conjunto de organizaciones gremiales que se apersonaron y combatieron los argumentos patriarcales que defendieron los empresarios y aquella Confederación.

La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en la sentencia N° 2014-004630, declaró sin lugar la acción de inconstitucionalidad.

El Tribunal Constitucional resolvió que la Ley de Paridad contiene medidas de acción afirmativa, necesarias para promover la participación de las mujeres, que está muy lejos de quebrantar el principio de igualdad y la libertad de asociación sindical, que fueron los argumentos utilizados infructuosamente por aquella cúpula empresario-sindical para traerse al suelo esta importantísima ley.

Desde luego, avergüenza, aunque sea vergüenza ajena, que una Confederación Sindical haya compartido con la representación empresarial semejante intentona de anular la participación de las mujeres en los sindicatos y otras asociaciones.

De la élite patronal, que no tiene la menor consideración de la dignidad de la clase trabajadora costarricense, no podríamos esperar una cosa distinta.

Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social
UNDECA

3 Octubre: Dia Internacional De Accion


El desempleo es una cuestión que puede unir a los trabajadores a nivel mundial, con el objetivo de organizar, bajo las banderas, las consignas y principios de la FSM, varias actividades militantes con la intención de movilizar a los trabajadores desempleados para incorporarlos a los sindicatos y promover constantemente la dirección de los sindicatos al trabajo con los desempleados. Las movilizaciones y las actividades demandarán trabajos permanentes y estables para todos, la eliminación de las causas que generan el desempleo, además se enfocarán en buscar vías para luchar por la supervivencia de los desempleados.

INTERNACIONALES: “El colonialismo es inaceptable”

Rebanadas de Realidad – Rel-UITA, Montevideo, 30/05/14.- El periodista José A. Delgado difundió en la edición del 29 de mayo del diario El Nuevo Día un mensaje que le envió desde la cárcel, al cumplir 33 años de detención, Oscar López Rivera. La Rel reproduce a continuación lo esencial de la nota de Delgado y la totalidad de la carta del líder independentista puertorriqueño preso en Estados Unidos.

Ciudadanos de todas las ideologías, los presidentes de los tres partidos políticos inscritos de la isla, líderes religiosos y obreros de Puerto Rico apoyan la excarcelación de Oscar.

López Rivera fue convicto por el delito de sedición, por pertenecer al grupo clandestino Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

“No tengo sangre en mis manos”, ha repetido López Rivera para desvincularse del ataque a la FrauncesTavern, en Nueva York, un atentado del que se le acusa.

En 1999, el entonces presidente Bill Clinton consideró que López Rivera debía ser excarcelado en 2009. Él rechazó la oferta porque dos de sus compañeros seguirían en prisión y desconfiaba del largo tiempo de espera.

Hoy es el único antiguo miembro de la FALN que sigue encarcelado. Ningún otro prisionero político puertorriqueño ha pasado tanto tiempo en prisión. Hace más de tres años presentó una petición de clemencia al presidente Barack Obama.

A los 71 años, después de estar toda una generación encarcelado, solicitó al mismo gobierno que le dejase regresar a su familia y su isla.

Este es su mensaje de hoy al país, el cual escribió en inglés y traduje al español:

“Amar la patria no cuesta nada, lo que sí costaría es perderla. Para cualquier puertorriqueño que tenga dudas sobre cuán costoso sería perder nuestra patria le sugiero que visite las reservas de los navajos o de los dakotas. Allí puede ver qué les sucede a las personas que pierden su terruño.

Debemos enfrentarnos a la verdad y lidiar con ella. Como puertorriqueños tenemos que aceptar el hecho de que Puerto Rico es una colonia y de que el colonialismo es inaceptable para la mayoría de los puertorriqueños y para la mayoría de las naciones en el mundo. Si aceptamos esta verdad, entonces debemos estar dispuestos y preparados a despuntar un proyecto de descolonización.

Este proyecto debe hacer un llamado a la unidad de todas las facciones del movimiento independentista y los elementos progresistas que ven la necesidad de crear nuestra nación propia.

“El colonialismo tiene solución”

Un proyecto de descolonización rebasa una Asamblea Constitucional.

Debemos asegurarnos de que el gobierno de Estados Unidos y la comunidad internacional (en particular los países de América Latina) asuman sus responsabilidades y se comprometan a ayudar con la implantación del proyecto.

Tenemos que definir el papel de la diáspora puertorriqueña.

Sabemos que cualquier problema creado por el hombre tiene solución. El colonialismo es un problema creado por el hombre. También sabemos que contamos con los recursos humanos en Puerto Rico y en la diáspora para resolver este problema.

Sabemos que en casi un siglo de ser colonia de Estados Unidos el desarrollo de nuestra nación ha sido frustrado y descarrilado. Sabemos que tenemos una deuda que le tomará a muchas generaciones futuras resarcir.

No podemos permitir que la herencia que le dejemos a las generaciones futuras solo sea una herencia de deudas y problemas sociales, políticos y económicos.

Enfrentemos el problema de nuestro estatuto colonial. Trabajemos juntos para encontrar una solución. Descolonicemos nuestras mentes y espíritus y convirtámonos en ciudadanos de Puerto Rico.

“Quiero salir de prisión”

Para aquellas personas que han dicho que yo no quiero salir de prisión, les sugiero que presten atención a lo que he dicho durante todos estos años que llevo encerrado y en el historial de nuestros prisioneros políticos. El hecho de que sea el prisionero político puertorriqueño con más años en prisión no borra el hecho de que otros prisioneros políticos puertorriqueños han estado casi tantos años en cautiverio como yo.

Por ejemplo, Carlos Alberto Torres pasó más de 30 años en prisión y don Oscar Collazo López 29 años. Rafael Cancel Miranda estuvo 27 años y Lolita Lebrón e Irving Flores Rodríguez pasaron 25; Andrés Figueroa Cordero estuvo 24.

Muchos de los compañeros(as) que salieron de prisión cuando (Bill) Clinton se los permitió en 1999 pasaron más de 19 años y los otros 16 años. Esos son muchos años de encierro para los prisioneros políticos puertorriqueños.

Si fuéramos a preguntarle a cualquiera de los prisioneros políticos arriba mencionados si ellos querían salir de prisión, sus respuestas serían afirmativas. Ninguno de nosotros ha mantenido la absurda idea de permanecer encerrados.

Celebración de la vida

Antes de llegar a prisión gozaba de una vida llena de experiencias enriquecedoras. Disfrutaba y celebraba aquella vida.

En prisión, a pesar de ser el ambiente más deshumanizante, tóxico y hostil que cualquier ser humano pueda experimentar, aún siento que he tenido una vida y que puedo celebrar toda mi vida por todas las magníficas cosas que me ha dado. No siento odio ni miedo en mi corazón y quiero irme de la cárcel con mi honor, mi dignidad y mi espíritu intacto, seguro y sano.

Creo que la verdad sobrevivirá y prevalecerá, tal como nuestra batalla y noble causa han podido hacerlo durante siglos.

Soy puertorriqueño y no quiero ser ninguna otra cosa, pero también me considero un ciudadano de este universo en que vivimos. Creo que es posible un mundo mejor y más justo y esa es una de las razones que elijo para luchar por la independencia de mi patria. Reclamo “¡ay de él/ella que no tiene patria!”.

Mucho amor. En resistencia y lucha,

Oscar López Rivera
El Nuevo Día